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España lucha contra los incendios forestales en una ola de calor extremo

El calor extremo provocó desde el pasado domingo en España al menos 360 fallecidos, según datos oficiales.


Los medios de lucha contra el fuego trabajan este sábado para sofocar numerosos incendios forestales en distintas partes de España, donde las llamas arrasan miles de hectáreas y obligan a desalojar poblaciones rurales, en medio de una ola de calor con temperaturas por encima de 40 grados que ha provocado más de trescientos fallecidos.

Los bomberos intentan controlar fuegos que amenazan estas poblaciones y espacios naturales como el Parque Nacional de Monfragüe, de punta a punta del país, desde la región de Galicia en el extremo noroccidental a Andalucía en el sur.

Solo las islas atlánticas de Canarias se libran de la alerta por calor extremo, que las previsiones meteorológicas advierten de que seguirá en los próximos días.

GRAVES INDENCIOS

Uno de los incendios que más preocupa es el que comenzó el viernes en la sierra de Mijas, en la provincia andaluza de Málaga, que afecta a un perímetro de 1.890 hectáreas y mantiene a 2.765 personas desalojadas de sus viviendas, ya que 300 de las 3.065 que fueron evacuadas pudieron volver a sus casas.

El resto permanece en casas de familiares y amigos o en pabellones deportivos habilitados para acogerlos en dos municipios de la zona afectada.

Las condiciones meteorológicas no son favorables, debido al ascenso de las temperaturas, para los medios aéreos y unos 280 bomberos que por tierra trabajan para sofocarlo, según datos del operativo contraincendios.

Las llamas también obligaron a desalojar un par de localidades en la provincia occidental de Cáceres, con más de cuatrocientos evacuados, y a cerrar al tráfico carreteras como la autovía A-5, una importante vía de comunicación con el centro del país.

Más de un centenar de evacuados permanecen en un espacio que Cruz Roja ha habilitado en la zona de Casas de Miravete, aunque pueden acudir a sus domicilios cuando lo necesitan acompañados de agentes de la Guardia Civil para dar de comer a sus animales o recoger enseres.

La evolución del fuego no es favorable y la prioridad es que no llegue al Parque Nacional de Monfragüe, uno de los principales espacios naturales protegidos en España.

Otra de las regiones más afectadas es Castilla y León, en el centro-norte, donde alrededor de una docena de fuegos amenazan poblaciones y hacen necesaria la intervención de efectivos de otras regiones y del Estado como la Unidad Militar de Emergencias.

Más de 260 vecinos que fueron desalojados pudieron regresar a sus casas, mientras otros 89 siguen alojados en un albergue atendido por Cruz Roja en la provincia de Salamanca, donde han ardido al menos 2.200 hectáreas.

El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitó el operativo contraincendios en esta provincia, donde abogó por "una política real" para prevenir los fuegos durante todo el año, con labores como la limpieza de montes y el creación de contrafuegos entre la vegetación.

En Galicia han ardido al menos 4.300 hectáreas en trece fuegos, de los que tres ponen en riesgo a varios núcleos de población.

OLA DE CALOR

El calor extremo provocó desde el pasado domingo en España al menos 360 fallecidos, según datos oficiales.

Uno de ellos un empleado municipal de 60 años fallecido la pasada noche mientras trabajaba en la limpieza de calles en Madrid, donde el Ayuntamiento anunció que permitirá a los operarios flexibilizar su horario para evitar las horas más calurosas del día.

Este sábado están previstas máximas de hasta 44 grados centígrados, debido a una masa de aire que llega desde el Sáhara "muy seca", según la Agencia Estatal de Meteorología, que avisó de que las temperaturas continuarán en ascenso.

Hasta el lunes no se espera cierto alivio, pero después es previsible que vuelvan a aumentar , explicó a Efe un portavoz de esta entidad, Cayetano Torres.

Esta ola de calor es más larga de lo habitual y aunque no es la más prolongada de la historia en España, pues en 2015 hubo una que duró 26 días, sí deja temperaturas extremas tanto en las máximas como en las mínimas, señaló.

El martes pasado la provincia gallega de Orense registró 43,3 grados de máxima, una temperatura que no se alcanzaba desde 1990, con mínimas en niveles anormalmente altos, de 28,2 grados esta semana en la provincia andaluza de Cádiz.

La máxima histórica en España son los 47,6 grados registrados en el municipio andaluz de La Rambla en agosto del año pasado.

Cinco regiones están en alerta roja y otras siete con aviso de temperaturas extremas, de las que solo se libran las islas Canarias, situada frente a la costa atlántica africana.