El deporte en la adolescencia


El realizar deportes es un hábito indispensable en la adolescencia y más aún si se practican en equipo. Estudios han demostrado que los adolescentes dedican más de seis horas diarias a actividades improductivas como videojuegos, mirar la televisión, visitar sitios de internet, chatear con sus amigos, o hablar por teléfonos celulares.

En un mundo prácticamente digitalizado y sedentario, en el que no hace falta mover un solo pie para poder comunicar algo o trasladarnos físicamente de un lugar a otro, resulta indispensable promover en los jóvenes el deseo de hacer deportes, no solo por los beneficios físicos, sino también mentales.

En esto la planificación juega un papel sumamente importante, por ello se deben considerar dedicar al menos una o dos horas por día a cualquier disciplina deportiva o juegos que promuevan un desarrollo mental sano.

Practicando deportes aprendemos sobre muchos aspectos necesarios para el desarrollo personal de los y las adolescentes, por ejemplo:

  • Disciplina. Casi sin darse cuenta, un adolescente que practica un deporte de manera periódica estará sujetándose a un horario específico y al uso de utilería indispensable para llevarlo a cabo.
  • El respeto por las normas y el trabajo en equipo. Los deportes nos ayudan a comprender la importancia de respetar las normas y reglas establecidas para el mismo. A través de ellas, los participantes visualizan detenidamente dichas normas, analizan su importancia, y valoran las sanciones que implican el irrespeto a estas, y como ello afecta al resto de miembros del equipo.
  • Liderazgo. Otro de los aspectos que ofrece la práctica del deporte de equipo es que sus participantes valoran el concepto de liderazgo, la importancia de ayudarse mutuamente para alcanzar buenos resultados y la necesidad de guiar u orientarse entre el resto para alcanzar la confianza entre sus compañeros.
  • Tolerancia a la frustración o pérdida. En deportes habrán días de victoria y otros de derrotas, es en esos momentos en que los jóvenes demuestran y ponen en práctica su tolerancia hacia las diferentes circunstancias que se encontrarán a lo largo de sus vidas.