El Tailandés Srisaket Sor Rungvisai provocó daño al récord invicto de Román González

El Tailandés Srisaket Sor Rungvisai provocó daño al récord invicto de Román González

Lo mejor del 2017: Rungvisai venció dos veces a Román González

Un año donde el boxeo pinolero sufrió la caída del máximo exponente de la disciplina frente a uno de los rivales más complicados que se ha encontrado; Rungvisai.


Cuando Román “Chocolatito” González llegó a las 115 libras estaba claro que su travesía en esta categoría no sería fácil, es más, el salto fue tan grande como el primer rival que se le puso en el camino. El nicaragüense se plantó con Carlos Cuadras y con muchos problemas logró vencerlo y ser el primer tetracampeón del mundo en Nicaragua, dejando atrás al gran Alexis Argüello, ídolo del boxeador oriundo del barrio La Esperanza.

Pero las ganas de Román siguieron, ese lugar de ser el mejor boxeador libra por libra lo quería mantener, el experto en combinaciones dentro del ring no dio tregua a los rivales más complicados y ahora le tocaría medirse a un complicado pugilista tailandés, Srisaket Sor Rungvisai iba ser el protagonista de la pelea del “Chocolatito”.

Fue en marzo de este año cuando los dos se metieron en la arena del Madison Square Garden en los Estados Unidos, para entregar un gran combate, Rungvisai atacando una defensiva de nueva cuenta pálido del pinolero, el corazón de los nicaragüenses dejaron de latir cuando el tailandés lo mandó a la lona en los primero compases de la pelea, entonces apareció una Román González que dejó claro no quería perder la corona y toda la noche fue de un toma y dame. Srisaket supo aprovechar el débil criterio del referí y utilizó su cabeza para hacerle daño al nica, incluso provocó un corte en la ceja del “Chocolatito” pero que no impidió que este retomara el ritmo en el combate.

Al final las tarjetas le dieron la victoria al tailandés, si, un momento que ningún nicaragüense se puedo imaginar, ver derrotado a Román y además perder la corona de las 115 libras, perder su invicto en el boxeo profesional y mancharlo por primera vez. Al final los dos jueces vieron ganar a Rungvisai 114-112 y uno dio empate 113-113. Así se marcó uno de los peores momentos para el capitalino en el boxeo profesional desde su incursión en 2005.

La cartelera “SuperFly” significó un final trágico para Román

Establecido como un combate por de más importante, la revancha entre el “Chocolatito” y Rungvisai desató ansiedad por ver el regreso de Román ante un escenario que jamás se le había presentado; ser el retador. El proceso de preparación debió ser uno de los mejores para de manera inmediata recuperar la corona que para muchos especialistas perdió por un mal fallo.

Muchos no estuvieron de acuerdo con los movimientos realizados en el equipo del nicaragüense, Wilmer Hernández dejó la esquina e incluso el padre del “Chocolate” salió del conjunto de preparación. Sendai Tanaka fue el encargado de tomar las riendas del en ese momento aspirante a la corona perdida.

El equipo se trasladó hasta Japón donde el nica trabajó de cara al combate y ahí se metió en el ritmo de su entrenador, un Tanaka que trabajó con otros boxeadores y que influyó en parte a la falta de preparación de Román, aunque este repitiera una y otra vez que había llegado en gran forma.

El día llegó, un 7 de septiembre se volvieron a ver las caras, “Superfly” no podía tener mejor cartelera, ya se habían mostrado Inoue, Francisco Estrada que venció a Carlos Cuadras y era el turno de los protagonistas principales.

Rungvisai salió a comerse al “Chocolatito” que lejos de cambiar su estilo de pelea arriesgó y el desenlace fue trágico, el Tailandés botó al Román con una potente derecha en el 4to round y luego se presentó la desolación de los nicaragüenses, el del barrio La Esperanza mostró su gallardía y se plantó de frente a Srisaket mostrando su corazón de campeón, pero esto no fue suficiente y otra derecha potente del feroz boxeador de Tailandia ocasionó que el pinolero visitara de nueva cuenta la lona y no se levantara, si, un nocaut impresionante fue lo que se adjudicó González que jamás descifró el poder de Rungvisai y entregó así la revancha, con su segunda derrota del año y además de su carrera.

El hecho llevó a la polémica, llevó al análisis y por supuesto que al cambio, pero no hay que demeritar que Rungvisai fue un gran rival, probablemente uno de los mejores si no es que al mejor que el tetracampeón nica ha enfrentado. Todo está en un proceso de renovación y claro, de preparación para en un 2018 volver a ver a Román como el gran campeón que es y claro está; verlo pelear por la corona mundial en las 115 libras.