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Madre denuncia intoxicación de una adolescente en colegio de Ciudad Sandino

Experta sugiere implementar en los colegios la revisión de mochilas y de las aulas en determinados momentos.


La denuncia colgada en Facebook de una madre que afirmó su hija fue supuestamente intoxicada en un colegio de Ciudad Sandino, con una pastilla proporcionada por otra compañera de clases, para especialistas en temas educativos podría tratarse de una alerta para padres de familia y docentes, que deben intensificar las medidas de revisión de útiles escolares desde el ingreso al centro educativo y otras normas creadas en conjunto.

Karla Nicaragua, asesora legal de la Asociación Quincho Barrilete, señala que parte de las medidas de seguridad es que implementar en los colegios de la revisión de mochilas y de aulas en determinados momentos, a través de supervisores que están en las escuelas.

“Se puede ver cuando el alumno está concentrado recibiendo sus clases, el que está en movimiento, está de pie, está pidiendo mucho permiso para ir al baño, está sacando su mochila, etc., hay cosas que se pueden detectar, igual los padres estamos en la primera línea de defensa de la seguridad de nuestros hijos, tenemos que revisar las mochilas aún sean adolescentes”, argumenta.

Influencia extranjera en redes sociales

Otra razón, según la especialista, podría ser por la influencia de las redes sociales, puesto que, en países de la región como México, desde enero se vienen reportando casos de “retos” a través del TikTok que consiste en tomar medicamentos para dormirse en clases y el último en hacerlo gana.

Según la experta, ante la invasión de esta red social a nivel mundial, hay que advertirle a los niños y niñas que no deben imitar retos extranjeros y evitar obtener medicamentos no prescritos por sus médicos.

“Es necesaria la comunicación asertiva con nuestros hijos, decirle que no deben de aceptar medicina de nadie, si tiene un dolor de cabeza, una gripe, para eso en los colegios está la dirección, puede haber un botiquín por si te sentís mal, que vayan a hablar con el maestro, con el director para que les suministre lo adecuado”, enfatiza.

No imponer las reglas, dice experta

Vanessa Castro, experta en temas educativos, coincide en que son necesarias medidas preventivas en las escuelas ante estos casos, que podrían ser considerados hechos aislados, pero los lineamientos de seguridad no deben ser impuestos, sino surgir de un diálogo con los estudiantes.

Castro confía que tanto niños, niñas y adolescentes tienen capacidad de llegar a conclusiones constructivas, sobre los efectos de sus acciones

“El problema con muchos de los lineamientos educativos es que parten de las prohibiciones y la prohibición tiende a ser negativa porque vos tendés a revelarte en la adolescencia a las imposiciones, no es lo mismo si vos permitís que haya una construcción de normas a partir de un hecho que causó daño”, refiere.

Según Castro, el problema es que en el hogar y escuelas a día de hoy son un tabú temas como el consumo de estupefacientes y la sexualidad, en lugar de hablarlos de un punto de vista de prevención.

¿Y la investigación?

La escuela de la que no se revela el nombre, como forma de protección de la adolescente, confirmó el hecho a través de un medio de comunicación televisivo, mientras realizaban una reunión con padres de familia, pero no brindaron mayores detalles.

“Están en una reunión sobre ese asunto con padres de familia, es algo delicado”, se limitó a decirle un docente, al medio de comunicación.

La adolescente ingirió una de las pastillas durante la clase de inglés y comenzó actuar erradamente, a reír sin razón aparente, posteriormente las compañeras la llevaron al baño para inducir al vómito, luego remitida al psicólogo del centro educativo, quien orientó de inmediato llevarla al centro de salud más cercana, según relató la madre de la joven en la red social de Facebook.

La abogada Nicaragua explica que la que supuestamente entregó las pastillas estaría eximida de toda culpa si se investigan los hechos, pero se investigaría a sus padres o tutores por el delito de exposición de personas al peligro, que en el código penal contempla de 1 a 3 años de cárcel, para quien exponga al peligro, la vida o la integridad de un niño o niña.

“Hay que investigar como estos muchachos están portando este tipo de sustancias y ver qué es lo que está pasando en su entorno y de encontrarse que se las están dando de forma premeditada, esas personas serían las acusadas”, añade.

De momento, el centro de estudio, no ha brindado su versión de los hechos y si están llevando a cabo una investigación.

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