Imagen referencial / Cortesía

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Así se puede detectar retraso psicomotor en niños y niñas

Especialista explica cómo algunos comportamientos en los niños y niñas pueden influir en su desarrollo


Si su hijo o hija no responde a la estimulación de la sonrisa, no puede sentarse solo, mantener la postura, caminar o no logra andar sin ayuda o no ha aprendido a ir al baño en sus primeros tres años de vida, estos pueden ser signos que alerten de un posible retraso psicomotor de la infancia.

Según Sociedad Española de Pediatría,
La Atención Primaria de retraso psicomotor (RPM) es motivo de consulta habitual en pediatría, no obstante, esta organización aclara que el RPM no es una enfermedad o trastorno en sí misma “sino la manifestación clínica de patologías del SNC (sistema nervioso central) debido a trastornos genéticos y/o factores ambientales, con especial incidencia en el desarrollo psicomotor (DPM) del niño”.

Estas patologías pueden ser provocadas de múltiples factores como la escasa estimulación ambiental o enfermedades neurológicas severas.

Gabriela Marín, médico del Centro Teletón Las Segovias, explicó que al nacer, los bebés que no tienen RPM y siempre tienen “movimientos reflejos” que poco a poco al cumplir los tres meses van desapareciendo en los recién nacidos para darle paso a la actividad voluntaria o al desarrollo psicomotor.

“El desarrollo psicomotor tiene la característica que es céfalo-caudal, el niño va adquiriendo habilidades primero en el control de su cabeza, el cuello, tronco y posteriormente las extremidades. Es próximo-distal, primero controla los músculos de los hombros y posteriormente hace la pinza”, resalta la especialista.

Otro signo de alerta tiene que ver con el lenguaje, pues los niños con RPM no logran duplicar silabas en su intento por hablar, algunos a los 12 meses incluso no son capaces de mantenerse de pie por unos segundos o no les interesa su entorno o la comunicación con los adultos.
Conocer estos y otros signos de alerta puede facilitarle a los padres de familia buscar ayuda especialidad y la rehabilitación oportuna para sus hijos, por eso el estricto control periódico desde la consulta pediátrica es clave.

“La importancia de evaluar el desarrollo psicomotor es para detectar de manera precoz retrasos en el desarrollo y poder iniciar la estimulación temprana o la neuro-rehabilitacion”, enfatizó Marín.