Carlos Buitrago, la promesa perdida del boxeo nicaragüense

Carlos Buitrago considerado en su momento como una de las grandes promesas del boxeo nacional se ha quedado corto con respecto a las valoraciones, desaprovechando por cuarta ocasión en su carrera una pelea por título del mundo.


Desde su arribo como boxeador profesional le llovieron los elogios a Carlos “Chocorroncito” Buitrago, su futuro dentro del boxeo era prometedor y todos los entendidos en la materia consideraban que este joven se convertiría en campeón del mundo.

Todas las valoraciones se han diluido con el tiempo y la promesa de Buitrago, como exponente de alta calidad, se apagaron aparatosamente sin poder llegar a esa cúspide que se le auguró en sus primeros años dentro de un deporte donde las agallas deben ir de la mano con la virtud de ser un buen boxeador.

Carlos cayó derrotado en dos ocasiones ante el discreto peleador tailandés CP Fresmart, y antes había empatado con Merlito Sabillo para desperdiciar así sus tres primeras oportunidades de corona mundial.

Gracias al trabajo del concertador de peleas internacionales Ricardo Rizo, Buitrago logró ponerse de nuevo ante la posibilidad de cumplir su sueño, alcanzar un título mundial. Esta vez las cosas parecían que tendrían un desenlace distinto la preparación del “Chocorroncito” en los Estados Unidos, alcanzar mayor experiencia y madurez como atleta y el rival en turno el japonés Hiroto Kyoguchi con tan solo 8 peleas como profesional, colocaban al pinolero más cerca de alcanzar ese destino de grandeza trazado desde sus primeros pasos como pugilista.

Absolutamente nada salió como tenía pensado Buitrago, pulverizado, destrozado por un rival que hizo lo que quiso con la humanidad del nicaragüense que una vez más volvió a carecer de carácter, de garra, de hambre deportiva para conquistar la victoria. En esta ocasión no fueron las tarjetas que privaron a Carlos de la victoria, sino que fueron los golpes certeros del nipón que ganó todos los asaltos y el referí de la pelea en el octavo capítulo decidió poner fin al martirio del “Chocorroncito” declarando el nocaut a favor de Hiroto Kyoguchi.

Ver a Buitrago severamente golpeado, frustrado y superado por la situación no es para nada cómodo, provoca un sentimiento de tristeza por alguien que fue catalogado para llegar lejos y su carrera ha venido en declive, lejos totalmente de cualquiera de las proyecciones previstas.

¿Qué viene para Carlos Buitrago?

Algunos contestan esta pregunta de manera tajante aconsejando al “Chocorroncito” que cuelgue los guantes y se retire de los entarimados, será difícil verlo fuera del boxeo cuando tan solo tiene 26 años, lo más probable es que suba de categoría y busque suerte en las 108, o también en las 112 libras.

La restructuración de su carrera es algo necesario, vital para seguir como boxeador profesional y sobre todo encontrar la fuerza interior para superar este trago amargo para su carrera deportiva y su vida personal misma.

Lamentablemente hoy cuando hablamos de Carlos Buitrago podremos decir que es una buena persona que intento cumplir su sueño, pero que se ha quedado corto con respecto a las valoraciones, siendo la promesa perdida del boxeo nacional.