¿Cómo salvar los suelos de Latinoamérica?

El cambio climático avanza a pesar de la pandemia


Un 30 por ciento de los suelos en áreas productivas en América Latina y el Caribe presentan deterioro, según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Recuperarlos es de vital importancia ante un contexto post pandemia que demandará sistemas de producción más eficientes, amigables para la salud y el medio ambiente.

Rattan Lal, investigador de la Universidad de Ohio y especialista en este tema, es embajador de buena voluntad del IICA, y sugiere que la recuperación de los suelos afectados por diversos factores como el uso de agroquímicos y los efectos del cambio climático, se debe hacer a través de la aplicación de buenas prácticas agrícolas.

Para eso recomienda brindar respaldo a los productores a través de la prestación de servicios que puedan utilizar para adoptar las prácticas de gestión recomendadas y en forma de pagos por servicios ecosistémicos.

Explicó que el pago por servicios ecosistémicos no es un subsidio, es mas como una compensación por hacer algo bueno por la sociedad y el planeta.

“Un ejemplo sería la captura de carbono en la biosfera como en el suelo y la vegetación, si se les compensa su adopción de mejores prácticas de gestión por hectárea a un precio de US$ 40 a US$50 dólares por año se generará un presupuesto positivo de carbono en el suelo y en el ecosistema de modo que los agricultores generen una emisión negativa, a esto se le denomina tecnología de emisión negativa”, dijo.

Bajo este mismo concepto según Lal, se puede aplicar al mejoramiento de la calidad y disponibilidad de las fuentes de agua y el incremento de la biodiversidad en los sistemas subterráneos y superficie de la tierra.

Por otro lado, desde la legislación los gobiernos pueden “establecer servicios de comunicación en apoyo a las actividades de extensión”, según Lal, ya que este tipo de servicios no siempre está disponible.

El objetivo de estas actividades es proporcionar información actualizada acerca de las mejores tecnologías de gestión de los suelos, la labranza, la fertilidad, y el control de plagas, entre muchos otros fines”, concluyó.