Gobierno nacionaliza empresa de distribución eléctrica


Con trámite de urgencia fue aprobada este pasado lunes a Ley de Aseguramiento Soberano y Garantía del Suministro de la Energía Eléctrica en la Población Nicaragüense a través de la cual el Estado pasó a ser dueño del 83 por ciento de las acciones que tenía el grupo español TSK Melfosur en la distribuidora eléctrica Disnorte-Dissur.

Antes de completar este proceso de nacionalización ya el Estado era dueño de un 16 por ciento de las acciones de las empresas comercializadora y distribuidora.

La Ley, declaró de interés soberano y nacional todas las acciones de TSK Melfosur en Disnorte-Dissur para “garantizar la continuidad y seguridad del servicio básico de energía eléctrica de la población nicaragüense” y la transmisión y comercialización del servicio de energía pasó a manos de la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel).

Por su parte, la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) le trasladara a Enatrel el manejo de la Dirección de Operaciones de los Sistemas Aislados (DOSA).

Hasta ahora se desconoce cómo y bajo qué argumento el Estado adquirió las acciones de TSK Melfosur valoradas en 2013 en 57.8 millones de dólares.

En declaraciones al diario La Prensa, José Adán Aguerri, ex presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) cuestionó la falta de transparencia en este proceso de nacionalización ya que hasta ahora el Estado no ha explicado si fue través de una donación, una intervención o confiscación que se adquirieron dichas acciones.

“Una de las especulaciones es que la empresa TSK no están bien y están pasando el manejo a Estado, o hay quienes especulan que se están protegiendo de posibles sanciones”, afirmó Aguerri.

Advirtió también que con esta nacionalización el clima de inversiones en Nicaragua complica aún más porque es otra muestra de la inseguridad jurídica que se vive en el país para las empresas privadas que deseen invertir en Nicaragua.

Jimmy Blandón, diputado opositor, dijo desconocer cuáles son las condiciones del contrato y cuánto habría pagado Estado por estas acciones si fue el caso.

“Es importante para las finanzas públicas la transparencia y es importante para los nicaragüenses que sepamos qué está pasando con el dinero de los impuestos, porque ese traspaso de acciones no es gratis, la empresa Disnorte-Dissur es una empresa privada que obviamente al hacer este negocio debió haber tenido algún tipo de condicionamiento y debió haber recibido un pago del mismo”, dijo.

Debido a la falta de información, a Blandón también le preocupa que con esta nacionalización también se le esté trasladando algún tipo de deuda interna-privada a la deuda pública del Estado.