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Se reduce crédito a hogares y empresas, según informe del Banco Central de Nicaragua

El BCN plantea que un proceso lento de vacunación contra la Covid-19 pude ser un factor que ponga en riesgo la estabilidad financiera nacional


El Banco Central de Nicaragua (BCN) en su informe de estabilidad financiera refleja que durante el primer semestre del año hubo una recuperación en la entrega de créditos, pero menos condiciones de los bancos para la entrega de nuevos préstamos, particularmente los destinados a sectores productivos y comerciales, y con menor ritmo los destinados a los hogares, especialmente los créditos hipotecarios de vivienda así como a las empresas.

“En correspondencia y frente a la incertidumbre que persiste por la Covid-19, los hogares y las empresas continúan con un comportamiento precavido, destinando parte de sus ingresos al ahorro y atender el servicio de la deuda. Esto ha contribuido al aumento de los depósitos, así como a una reducción de la mora tanto de la cartera de bancos y financieras, como de las micro financieras”, explica el informe.

Según el BCN, a junio de este año el financiamiento a hogares o empresas mostraba un saldo de 208,242 millones de córdobas, es decir mayor en 5.8% respecto al saldo que había en igual periodo de 2020, cuando la cifra era de 200,088 millones de córdobas.

Sin embargo, explica que esta recuperación gradual ha ocurrido con rezagos respecto al crecimiento de la actividad económica, lo que ha resultado en una reducción de la razón de endeudamiento del Producto Interno Bruto (PIB).

A junio de este año se había destinado a endeudamiento de hogares y empresas en porcentaje del PIB un 43.1% que se divide en 32.1% para empresas y 11.1% para los hogares; al compararlo con el año pasado se observa una reducción porque en 2020 se destinó un 46.2% en porcentaje del PIB, dividido en 34.2% a las empresas y 12% a los hogares.

Para el economista Welbin Romero, es preocupante que se continúe reduciendo los préstamos a hogares y empresas porque ralentizan la reactivación que viene mostrando la actividad financiera.

“Efectivamente hay una recuperación de la actividad financiera, pero lo que me preocupa es el crédito para hogares y empresas que en términos nominales muestra un aumento al analizarlo en términos reales, pero con el deflactor del PIB lo que da es un caída, los bancos están entregando menos dinero”, asegura Romero.

Agrega que los bancos prefieren invertir sus fondos en títulos de valores del BCN, lo que indica que se están destinando al gasto público, que a pesar de no ser negativo, va en contra de robustecer el sistema productivo pues los hogares están desfinanciados.

Romero destaca que este porcentaje de crédito es inferior al de otros países de Centroamérica como Guatemala, que es mayor del 60%, y luego El Salvador y Honduras que destinan el 200% de financiamiento del PIB.

Se reduce cartera de crédito y de mora

En el informe se observa una reducción de la cartera de riesgo (créditos prorrogados, reestructurados, vencidos y cobro judicial), que en junio de este año se ubica en 15.3% comparado con el 16.8% en igual periodo del año pasado; respecto al cartera en mora, es decir, créditos que no han sido cancelados, se ubica a junio de este año en 2.8%, menor al 3.7% que mostró en junio de 2020.

Riesgos de la estabilidad financiera

El BCN identifica dos factores que pondrían en riesgo la estabilidad financiera: uno de ellos es la incertidumbre ocasionada por la pandemia de la Covid-19, que podría prolongarse o aumentar su intensidad si se produce un deterioro en las expectativas por el surgimiento de nuevas cepas o por un proceso de vacunación más lenta y desigual a nivel mundial.

Como segundo punto señalan que de observarse un endurecimiento de las condiciones financieras internacionales, podría ocasionar aumentos de las tasas de interés y que en lo que va de 2021, se ha estado observando un incremento de los precios internacionales por el alza en los precios de los combustibles, por interrupciones en las cadenas de suministros mundial y por afectaciones en el mercado laboral.

“En este sentido, como una reacción a los mayores precios internacionales ha surgido el riesgo de un endurecimiento de las condiciones financieras internacionales, con aumentos de las tasas de interés, que podría afectar la economía nacional”, finaliza el BCN.