Foto Allan Mendieta

Foto Allan Mendieta

Padre e hijo elaboran los viejos “más económicos de todo el mercado” nacional

Todos los precios disponibles son negociables, dicen los emprendedores


De la estatua de Monseñor Lezcano, 3 cuadras al sur, media hacia abajo, vive Allan Tiffer, de 40 años. Él es comerciante de queso; pero el año pasado con el interés de recoger dinero para quemar pólvora en las festividades decembrinas se aventuró junto a su hijo de 8 años a elaborar tradicionales viejos para despedir el año.

Realizó 10 muñecos y los vendió todos, lo que lo motivó a duplicar la cantidad para este año que ya está próximo a finalizar.

“A nosotros no nos enseñó nadie, el año pasado nos pusimos a llenar pantalones viejos con camisas, le pusimos papel, aserrín y trapos, primero para nosotros y como nos quedó bien hicimos 10 más con la intención de venderlos y así tener dinero para quemar pólvora en esas fechas”, relata Tiffer.

Allan comparte que otra motivación para él fue que a su hijo siempre le han gustado estos muñecos.

"Él rellena, me ayuda a pasar esto o aquello, siempre mete la mano, estamos los dos en lleno”, dice.

Este emprendedor cuenta que para elaborar los muñecos lo primero que hacen es “conseguir ropa y zapatos que ya no se usan, a veces compramos en pacas piezas de 1 córdoba, comenzamos a rellenar con papel, trapos y conseguimos el aserrín que ya no usan en carpinterías para rellenarlo, después comenzamos a unirlo, ya sea cosido con hilo o amarrado, por último le ponemos los zapatos y ahora sale más fácil hacerle el rostro porque solo le ponemos mascarillas y le hacemos los ojos”, explica.

Los “viejos” los ofertan entre los 200, 300 y 400 córdobas negociables, no incluyen la pólvora, pero sí tienen su espacio para que el cliente coloque la cantidad deseada.

Tiffer asegura que su producto es el más económico en el mercado.

“El año pasado el muñeco pasó todo el mes de diciembre afuera de mi casa y comenzamos a vender, los que elaboramos el 31 de diciembre desde las 7:30 de la mañana, a las 11:30 a.m., ya no teníamos ninguno, esta vez son 22 los que vamos a hacer, confiamos en que cuando se acerque el último día del año la venta sea muy buena porque desde ya nos han dicho que van a venir la otra semana, usted sabe que no a todos les gusta tener el muñeco desde ahorita”, expresa.

En Nicaragua es tradición de algunas familias quemar un muñeco elaborado de trapos, papel, aserrín y otros materiales antes de las 12 de la noche del 31 de diciembre, esto es visto por muchos pobladores como una forma de olvidar todo lo negativo que sucedió en el año e iniciar un nuevo ciclo el año entrante. Si usted desea despedir el 2021 de esta manera puede contactarse al número 8321-9401, con el señor Tiffer.