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Comunidad internacional se pronuncia sobre continuas detenciones arbitrarias en Nicaragua

Pese a que la Policía Nacional ya ha puesto en libertad a algunas personas, la comunidad internacional aún sigue pendiente de la "situación de cientos de personas presas por la criminalización de la protesta", destacó la OACNUDH.


"La represión que está sufriendo el pueblo nicaragüenses debe acabar". Esas fueron las palabras del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ante los hechos ocurridos el pasado domingo 14 de octubre, donde más de 30 personas fueron detenidas por la Policía Nacional de Nicaragua tras acudir a una marcha contra el Gobierno del Presidente Daniel Ortega.

Esta fue una de las varias reacciones que surgieron a nivel internacional tras conocerse el caso nicaragüense.

"Hago un llamado urgente al cese inmediato de la represión en Nicaragua. Las detenciones arbitrarias y la intimidación contra medios de comunicación, estudiantes, defensores de los derechos humanos y miembros de la Iglesia Católica son inaceptables", destacó el mandatario costarricense.

Ante estas declaraciones, la expresidenta de esta nación, Laura Chinchilla, señaló que es fundamental "pasar a la acción" y solicitó la aplicación de la Carta Democrática para el presidente Ortega.

Entre otros objetivos, dicha carta establece que "otros poderes en el gobierno actúen si el Ejecutivo viola el proceso democrático", señala una publicación de BBC Mundo.

Siempre sobre el caso de las detenciones ocurridas el domingo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), reiteró "su llamado al Gobierno a que cese de inmediato el acoso, la intimidación y la penalización de las protestas".

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH), recordó a través de su cuenta en Twitter que la protesta social es un derecho legítimo de todos los ciudadanos y por ende el Estado debe de respetarlo y garantizar la seguridad de aquellas personas que asistan a las manifestaciones.

El secretario ejecutivo de esta Comisión, Paulo Abrāo condenó los actos ocurridos el domingo.

"Inaceptables actitudes represivas y autoritarias en este momento en #Nicaragua. Estado de Excepción se va consolidando con medidas estatales incompatibles con la democracia y los derechos humanos".

Recientemente, un nuevo informe publicado por el organismo Amnistía Internacional señala que "el gobierno mantuvo e intensificó su estrategia deliberadamente letal para la represión, con la intención de detener las protestas y castigar a quienes participaban en ellas".

El documento expresa que hasta la fecha, los dirigentes del país (el presidente Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo) siguen negando cualquier violación de derechos humanos.

Pese a que la Policía Nacional ya ha puesto en libertad a algunas personas, la comunidad internacional aún sigue pendiente de la "situación de cientos de personas presas por la criminalización de la protesta", destacó la OACNUDH.