Imagen referencial / Cortesía

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Policía asegura que adolescente indígena fue herida por su primo y no en ataque de colonos

La adolescente fue herida de bala y necesita ser trasladada a Managua, pero las autoridades le dijeron a la familia que no tienen combustibles para el traslado


La Policía Nacional emitió este jueves un comunicado en el que califica como “noticias maliciosas”, el ataque que denunciaron indígenas de la comunidad Santa Clara, territorio Wangky Twi Tasba Raya, Waspam, Río Coco, en el Caribe Norte de Nicaragua, en el que resultó herida una adolescente.

De acuerdo con la institución policial, “no se ha registrado invasión o enfrentamiento entre colonos y comunitarios indígenas”.

La Policía asegura que la menor, quien se encuentra hospitalizada tras recibir un impacto de bala en el rostro, fue herida por su primo.

De acuerdo con la Policía, en la casa de una tía de la menor se encontraron manchas de sangre y un arma apta para el disparo, que estaba recién disparada.

“Como resultado de las investigaciones realizadas por la Policía Nacional, se concluyó que no se ha registrado invasión o enfrentamiento entre colonos y comunitarios indígenas. Se determinó que quien lesionó accidentalmente a la adolescente fue su primo Jener Vargas Wislaw, hijo de la ciudadana Berty Wislaw Herman, quien se dio a la fuga”, expresa el comunicado policial.

Según organismos de derechos humanos, la menor resultó herida el pasado domingo 16 de febrero en un ataque de colonos armados.

La Federación Coodinadora Nicaragüense de ONG que Trabajan con la Niñez y la Adolescencia (Codeni), denunció esta semana que la adolescente requiere ser trasladada a Managua para recibir atención médica, sin embargo el Ministerio de Salud (Minsa), dijo a los familiares que no había combustible para garantizar el traslado.

En un primer ataque de colonos que ocurrió en enero pasado en una comunidad indígena de la reserva de la biosfera de Bosawás, la Policía también negó que se tratara de un conflicto por tierras y en un primer momento negó que hubieses muertos, como habían denunciado los comunitarios y ante los constantes señalamientos de organismos de derechos humanos locales y extranjeros, la institución admitió las muertes y adjudicó los hechos a la delincuencia común.