Indígenas del Caribe Norte de Nicaragua denuncian que sufren hambre ante asedio de colonos

Las comunidades indígenas aseguran que tienen temor de salir de sus hogares por el asedio de los colonos


Habitantes de la comunidad indígena Alal, territorio Mayagna Sauni As del municipio de Bonanza, en el Caribe Norte de Nicaragua, denunciaron que padecen hambre tras la masacre que desataron colonos armados en esa zona, para adueñarse de sus tierras, a finales de enero de este año.

En esa fecha, más de 80 colonos atacaron la comunidad de Alal, donde ejecutaron a cuatro indígenas y quemaron trece viviendas.

Pedro Justo Jacobo, líder territorial Mayagna Sauni As de la comunidad Sakalwás, denunció este martes ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que la presencia de estos grupos irregulares armados en Alal y otras comunidades aledañas, mantienen en permanente asedio y temor a los grupos indígenas de esa zona, quienes por seguridad se ven obligados a no salir a laborar en sus parcelas para llevar alimento a sus hogares.

"Las familias que viven en esas comunidades están padeciendo de hambre, hay escasez de medicamento, de ropa y un sinnúmero de necesidades. Las otras comunidades que están alrededor también tienen ese temor de que esa gente (los colonos) vayan a matarlos", afirmó Jacobo.

Debido a esta situación, los pobladores de dichas comunidades se organizan en grupo para poder trasladarse de un lugar a otro pero siempre con el temor de ser asechados.

Por años, el saneamiento de estos territorios de los colonos invasores ha sido la principal demanda que han hecho estos grupos indígenas al Gobierno, sin tener respuesta.

Contrario a esto, a pesar de ser tierras ancestrales heredadas a estos grupos indígenas y una zona protegida por su riqueza en bosques, flora y fauna; los colonos continúan expandiendo su dominio a través de las armas, la usurpación, muerte y la amenaza en esos territorios.

Jacobo cuestionó al Gobierno y al Ejército de Nicaragua por permitir que operen estos grupos delincuenciales en territorios indígenas protegidos por la legislación nacional y tratados internacionales.

De acuerdo al líder indígena, estos grupos de colonos se desplazan por los territorios a vista y paciencia del Ejército, portando armamento de guerra o de alto calibre como fusiles AK.

"Cómo una persona, un civil va a andar cargando un AK? eso lo tiene que ver el Gobierno, es su responsabilidad", sostuvo.

Karla Sequeira, abogada de la CPDH, lamentó que hasta ahora "el Gobierno no haya hecho ningún tipo de gestión para proteger al pueblo Mayagna de la comunidad de Alal, porque ellos tienen el pleno conocimiento de la masacre que se dio, de la quema de las viviendas y sin embargo, todavía no tienen ni siquiera a un sospechoso por este delito cuando saben quiénes son".

La situación precaria a la que han sido sometidos estos grupos indígenas, sobre todo las trece familias cuyas viviendas fueron quemadas, les ha llevado a solicitar ayuda a la ciudadanía para que puedan donarles alimentos, ropa, zapatos, enseres domésticos, medicinas y otros insumos de primera necesidad que perdieron tras la quema de sus hogares.

Sequeira informó que este 27 de febrero la CPDH estará recepcionando en sus oficinas este tipo de donaciones, para entregarlas a las familias Mayagnas afectadas.

La recepción de los donativos se extenderá desde la mañana hasta las tres de la tarde.