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3 de cada 5 niños perdieron el año escolar en América Latina y el Caribe

Unicef recomienda crear políticas especiales para atender a los grupos más vulnerables


América Latina y el Caribe es la región del mundo que registra el 60 por ciento del total de los niños, niñas y adolescentes que perdieron el año escolar a causa del confinamiento por la pandemia del Covid-19 según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En esta región, 3 de cada 5 niños y niñas perdieron el año escolar desde la crisis sanitaria debido a los cierres de las escuelas que han sido los más prolongados en el mundo al compararlos con otros continentes.

De acuerdo con Unicef, en promedio las escuelas de América Latina y el Caribe se han mantenido completamente cerradas durante 158 días desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021, es decir, más que la estimación global que es 95 días.

“Aquí los niños, niñas y adolescentes han estado fuera del aula más tiempo que cualquier otro niño, niña o adolescente en el mundo. En América Latina y el Caribe la pérdida será más desastrosa y de mayor alcance que en cualquier otra región para los niños, niñas, adolescentes, los padres y la sociedad en general”, alertó Jean Gough, directora Regional de Unicef para América Latina y el Caribe.

Desde que se anunció la pandemia, en Nicaragua el Gobierno nunca ordenó la suspensión de clases, en el momento más álgido de la crisis sanitaria muchas familias optaron por no enviar a sus hijos a la escuela para evitar el contagio.

“El problema que nosotros arrastramos es de aprendizaje, y evidentemente el año pasado no se puede haber producido aprendizaje, primero porque la asistencia era muy baja y cuando la gente se decidió a mandar (a sus hijos) intermitente no se logró ofrecer alternativas”, manifestó Vanessa Castro, experta en temas de educación.

La falta de acceso a internet, equipos tecnológicos y a plataformas digitales impidió que los estudiantes de las escuelas públicas en Nicaragua pudieran dar continuidad a sus estudios desde casa durante los picos más altos de la pandemia.

“El Gobierno debería ofrecer alternativas para complementar las clases presenciales en caso que se de inasistencia, esas alternativas están ahí, solo es cuestión de organizarse para provecharlas, hay radios, hay Whatsaap, hay televisión. No todo el mundo tiene cobertura de wifi, eso es cierto, pero yo he visto mucha creatividad en maestras interesadas en que los niños aprendan, han organizado grupos de Whatsaap con las mamas y los papas para apoyarles”, dijo Castro.

Al reanudar las clases, Unicef ha recomendado a los gobiernos de la región tener en cuenta las necesidades únicas de cada estudiante, con servicios integrales que cubran el aprendizaje correctivo, la salud y la nutrición, y las medidas de protección y salud mental en las escuelas.

Jorge Hernández, especialista en educación de Unicef recomendó políticas especiales para atender a los grupos más vulnerables.

“Tenemos que pensar en potenciar un poco más la tecnología, creo que los sistemas educativos pueden reinventase y utilizar más las tecnologías para provechar ese recursos y potenciar los aprendizajes, ya sea presenciales, en línea (…) la tecnología tiene que ser nuestra amiga en estos momentos”, sostuvo.