Allan Mendieta / VOS TV

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Locura por los elotes en Managua, emprendimientos de éxito


Cada vez son más los nicaragüenses que deciden emprender mediante la creación y venta de los famosos elotes locos, que pese a sus variables creaciones, la base, además del elote, es la crema y el queso.

Calles y barrios de Managua de a poco ven crecer este tipo de negocios, uno de ellos ubicado en el Reparto Shick es Elotes Otto.

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Otoniel Huembes Corea, su propietario, hace dos años se sentía derrotado, tras observar que su pulpería bajaba sus ventas por la aparición de supermercados cerca de su barrio.

“Tenía problemas económicos, porque nuestra pulpería iba bajando sus ventas, porque han venido negocios grandes, grandes cadenas de supermercados que se están acercando a los barrios y en apariencia dicen que venden más barato o ven más surtidos; también gente con más capital ha puesto misceláneas de a poco las pulperías van desapareciendo”, dijo Huembes.

Lejos de defraudarse, Ottoniel en un viaje familiar en el Centro Turístico Xilonem cambio su perspectiva, pues al probar los tradicionales elotes locos quiso luego prepararlos en su casa e iniciar un pequeño negocio.

“Me gustaron, pero el vendedor ya solo andaba tres, no pude probar más, pero ya cuando vine a mi casa lo quise hacer, compré elotes, queso y crema y me quedaron bien, ahí fue que dije yo los puedo vender”, rememoró.

El joven empezó su venta con 15 elotes diarios, una mesa y un toldo fuera de su casa, pero de a poco creó una caseta que atrajo a más clientela a las afueras de su vivienda.

“Me ganaba unos 150 córdobas al día y cuando estaba bueno unos 300 córdobas, el elote te deja al menos un 30% de margen de ganancia, entonces vi que no me iba mal, de a poco al vender en Facebook me fui popularizando, hasta que vi que era momento de emplear a más persona”, indicó.

En plena pandemia de la covid-19 durante cuatro meses, Elotes Otto, que se ubica en el Reparto Shick cerró sus puertas por bajas ventas, pero en lugar de retroceder, se reinventó y versificó mediante el servicio delivery.

“Actualmente, tengo un margen de ganancia al día, si está bueno 1,500 córdobas, en ventas totalizo entre 6,000 a 8,000 córdobas, claro que de ahí sale el pago de quienes trabajan conmigo”, señaló Huembes Corea.

Este capitalino no teme a los retos y reconoce que, aunque cada vez son más los negocios que ofrecen elotes locos, lo que les está llevando al éxito es la innovación en sus creaciones, las que pasan por todo un filtro de calidad.

“Mi lucha ha sido de varios años, no solo con los elotes, he tratado de salir adelante, he tenido chanchos y vender de lo que sacaba de ellos, he chatarreado para salir adelante, pero ahora me ha llegado la bendición”, aseguró.

Para el sociólogo Miguel España, el crecimiento de estos emprendimientos de elotes locos y otros pequeños negocios, demuestra la capacidad de reinventarse de parte de los nicaragüenses, ante ausencia de trabajos formales.

“Le llaman algunas economías creativas, como un eufemismo que esconde detrás de una realidad, que es el amplio desempleo entre los y las nicaragüenses”, manifestó España.

El experto reconoce que existe poco acceso a financiamientos para pequeños negocios que empiezan a emprender, y ante la falta de acompañamiento y la competencia desleal; muchos no logran sobrevivir.

“No hay una planificación de crecimiento económico que acompañe a los emprendimientos, que los financie, capacite y ordene el desarrollo económico, del micro hasta el macro emprendimiento, no es competitividad, sino desorden en el desarrollo”, finalizó.