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Migración aumentará el “blues de navidad” en los nicaragüenses, dice experto

La incertidumbre que provoca la ausencia de un familiar puede afectar las celebraciones navideñas.


El “blues de navidad” es el nombre con que denominan los psicólogos a la tristeza y depresión que sufren muchas personas durante las fechas navideñas, según los expertos, este tipo de estado emocional podría aumentar por la ola migratoria que se ha generado en Nicaragua.

El psicólogo Renato Montealegre, asegura que esta situación que se verá reflejada se debe a que hay familias incompletas y en tensión permanente al no conocer el paradero exacto de sus seres amados.

“Cuando alguien fallece por fe sabemos dónde está físicamente y su espíritu, en el caso de las personas migrantes, están lejos y no sabemos cómo la están pasando, porque podemos llamarles y nos dirán que están bien y nos van a contestar que siempre están bien, pero no sabemos si están con el estómago lleno o vacío, no sabemos si van a estar durmiendo en el piso o no, la simple sensación de no conocer a dónde están verdaderamente es duro”, dice Montealegre.

El especialista recomienda ver lo menos posible noticias alusivas a la migración, porque se podría incrementar la tensión al saber de nicaragüenses que están perdidos, secuestrados o que han fallecido.

“Eso nos llena de incertidumbre, que son emociones que crecen al ver esas informaciones, porque es nuestra costumbre o fue nuestra costumbre estar todas las navidades con esas personas, de compartir con ellos, de ir a los centros comerciales con ellos”, menciona Montealegre.

Una práctica que podría ser terapéutica para las personas que presentan “blues de navidad” según el especialista, es la promoción del altruismo y caridad, un valor que podría generar alegría en medio de la tristeza provocada por la ausencia del ser amado.

“Cuando estamos hablando de tristeza y depresión, buscamos algo que provoque risa y alegría, que nos produzcan dopamina y la serotonina a nuestras neuronas, que permita el ingreso de emociones positivas, que nos llena de vida, de espíritu navideño y parte de ese espíritu es dar a los demás de lo que tengamos, damos momentos de alegrías a los que no tienen nada”, señala Montealegre.

El experto reconoce que el problema es mayor desde el 2020, con la llegada de la covid-19, que generó que algunos nicaragüenses no tuvieran tiempo suficiente de despedirse de sus seres amados fallecidos por la pandemia.

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