Foto de Lorenzo Vega

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En medio del Covid-19, católicos nicaragüenses conmemoran el Miércoles de Ceniza

En los templo se notó que la feligresía cumplió las medidas para evitar el contagio del Covid-19


Familias católicas nicaragüenses asistieron a los distintos templos del país, para vivir el inicio del tiempo litúrgico de Cuaresma con la imposición de la ceniza.

Este año, como parte de las medidas para evitar el contagio de la pandemia, la ceniza no se impondrá en la frente, como era costumbre, sino en la cabeza.

"Hemos visto que todos participan cumpliendo las debidas medidas de prevención del Covid-19 y en cada misa vemos pocos fieles porque se han distribuido como esperábamos, unos vienen de mañana otros asisten en la tarde, si en la familia son varios se ponen de acuerdo hasta para no venir juntos", manifestó Alberto Mercado, Vicario de la Parroquia San Judas Tadeo en Managua.

El sacerdote reconoció, que hay quienes por temor al contagio del virus no asistirán, pero que de manera espiritual pueden recibir este símbolo de la iglesia católica.

"Pueden participar de manera virtual desde sus hogares atendiendo la santa misa en la televisión o por la redes sociales de nuestras distintas parroquias, siempre en oración y si ellos lo viven desde su hogar con fe, el señor les concede la gracia del perdón", expresó Moreno.

Con el Miércoles de Ceniza inicia el tiempo de Cuaresma, en el que los católicos recuerdan los 40 días que pasó Jesús en el desierto, preparándose para vivir su muerte, pasión y resurrección en la cruz, según la historia bíblica.

"El camino cuaresmal es el luto y penitencia, pero sobre todo la conversión del corazón a través de la limpieza de los pecados, pedir perdón a Dios y comprometerse a acompañar a Jesús en su camino hacia la cruz", manifestó Ileana Ramírez, feligrés católica.

Vaticano pide respeto a las medidas anticontagio en las misas de Semana Santa

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de El Vaticano dio hoy las indicaciones para celebrar, por según año, una Semana Santa bajo la pandemia y pidió que se respeten las medidas restrictivas prescritas por las autoridades para evitar los contagios.

"Estamos afrontando, todavía, el drama de la pandemia del COVID-19 que ha provocado muchos cambios, incluso en la forma habitual de celebrar la liturgia. Las normas y directrices contenidas en los libros litúrgicos, concebidas para tiempos normales, no son enteramente aplicables en tiempos excepcionales de crisis como estos", recordó esta institución vaticana.

Señaló además, que el obispo "está llamado a tomar decisiones prudentes para que las celebraciones litúrgicas" se conduzcan teniendo en cuenta "la protección de la salud y cuanto ha sido prescrito por las autoridades responsables del bien común".

Por tanto, se renovaron las indicaciones ya dadas el año pasado y se pidió respeto para que las próximas celebraciones pascuales se adecúen a la situación particular del país.

Ante las restricciones, que en algunos países suponen los cierres de los lugares de culto, el Vaticano insistió en que "el uso de los medios de comunicación social ha ayudado mucho a los pastores a ofrecer apoyo y cercanía a sus comunidades durante la pandemia".