Falta de acceso al agua segura afecta a casi el 20% de la población en Nicaragua, según CRGR

Este lunes se conmemora el Día Mundial del Agua


La falta de acceso al agua segura para el consumo humano sigue afectando entre el 15 a 20 por ciento de la población, según la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos (CRGR) un serio problema en la que inciden diversos factores, de acuerdo con Denis Meléndez, secretario ejecutivo de dicha organización.

Tras la escases del agua, según Meléndez, está la pérdida anual de entre 72,000 y 74,000 hectáreas de bosques, sin los cuales no se puede dar la infiltración del manto acuífero.

“Si seguimos con la liquidación de la cobertura boscosa lo que va a ocurrir es que lloverá aunque sea torrencialmente, muy poco se va a infiltrar y va a ir a ese manto friático y una cantidad importante de agua va a correr libremente, va a buscar su microcuenca, subcuenca, la cuenca mayor y obviamente va a ir a cualquiera de los dos océanos, depende de dónde tribute esa cuenca”, dijo Meléndez.

Agustín Moreira, agrometeorólogo y director del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena) agregó que a la deforestación se le suma el crecimiento demográfico que ha provocado que las fuentes de agua disponibles no estén dando abasto a la alta demanda.

“Al estar despalando, al estar perdiendo nosotros nuestros recursos naturales y al mismo tiempo o tener el aprovechamiento del agua como debe manejarse estamos teniendo estas dificultades”, indicó.

En aquellas zonas que forman parte del Corredor Seco del país, la situación todavía es más crítica coinciden ambos expertos, la falta de agua y las malas prácticas agrícolas continúan mermando el acceso al vital líquido.

Moreira explicó que en esta zona del país lo que incide además del crecimiento poblacional, es la baja precipitación, por lo que recomendó orientar una mayor reforestación para recuperar la capacidad de recuperación de agua.

La falta de cobertura boscosa y las bajas precipitaciones en el Corredor Seco “viene disminuyendo los contenidos de agua en los mantos acuíferos”, resaltó.

En tanto, el Centro Humboldt destacó que el deterioro del recurso hídrico en volumen y calidad se ha exacerbado en el país en la última década en detrimento de la gestión sostenible de dicho recurso.

Para esta organización, la actividad del monocultivo así como la industria, actividades extractivas y la utilización del agua para la generación de energía han afectado de manera directa el abastecimiento del vital líquido para consumo humano y el saneamiento.

“De acuerdo al monitoreo realizado desde Centro Humboldt, el 70 por ciento de los pozos excavados a mano en parte del Corredor Seco presentan situaciones críticas de agua, en su mayoría totalmente secos de igual forma todas las fuentes de aguas superficiales como ríos y quebradas”, informó el Centro Humboldt.

Además de los escasos recursos económicos que se destinan desde el Gobierno para la gestión pública del ambiente que no llega ni al 1 por ciento del Presupuesto General de la República, al Centro Humboldt también le preocupa la reciente reforma a la Ley 620, Ley General de Aguas Nacionales, porque dejó en evidencia, la voluntad del Gobierno de “avanzar hacia la privatización del agua”.

De los cerca de 12,000 acueductos que la CRGR estima en el país, señala que al menos 5,500 están en zonas rurales y de recarga hídrica que son manejados por los mismos comunitarios, labor que ha permitido garantizar el acceso al agua para consumo humano a cerca de un millón de personas.