Plan de la FAO sobre decenio de la Agricultura Familiar busca erradicar el hambre en Nicaragua

La agricultura familiar preserva y restaura la biodiversidad y los ecosistemas.


La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) lanzaron el 29 de mayo en la sede de FAO en Roma, el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar y un Plan de Acción Mundial para impulsar al sector, en particular en los países en desarrollo.

Las dos agencias de la ONU lideran el Decenio de Agricultura Familiar declarado por las Naciones Unidas a fines de 2017, en reconocimiento de su importancia: más del 90% de todas las granjas a nivel mundial que producen el 80% de los alimentos del mundo, en términos de valor.

El plan de acción mundial aporta asesoramiento detallado a la comunidad internacional sobre las medidas colectivas y coherentes que pueden adoptarse durante el período 2019-2028.

Este programa forma parte de un trabajo continuo para visibilizar la importancia de la economía familiar a fin de lograr la estabilidad de la seguridad alimentaria y nutricional para el desarrollo económico, explica Iván León, representante de la FAO en Nicaragua.

Por ello destaca la necesidad de aumentar el acceso de los agricultores familiares a los sistemas de protección social, la financiación, los mercados, la formación y a las oportunidades de generación de ingresos.

Aquí en Nicaragua tenemos entre las áreas prioritarias varias acciones para trabajar en la producción de semillas locales, la generación de emprendimientos y agregación de valor así como el manejo sostenible de los bosques entre otras, explicó León.

La agricultura familiar abarca la producción de todos los alimentos: ya sean de origen vegetal, carne, -incluido el pescado-, otros productos de origen animal -como los huevos o los productos lácteos-, y alimentos producidos en tierras agrícolas, bosques, montañas o en piscifactorías, que son gestionados y explotados por una familia, y que dependen básicamente de la mano de obra familiar, tanto de mujeres como de hombres.