Foto Cortesía.

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Situación de niñez y adolescencia exiliada en Costa Rica es crítica, denuncia Codeni

Codeni y otras organizaciones de la sociedad civil coinciden en que ahora "no existen condiciones que garanticen un retorno seguro de los exiliados nicaragüenses" al país.


De los casi 60 mil nicaragüenses que se han exiliado en Costa Rica, al menos el 12 por ciento son niños, niñas y adolescentes que ahora están en mayor situación de riesgo y vulnerabilidad ante el colapso del sistema de protección de migrantes de ese país, que ya no da abasto en sus diferentes insituciones públicas para atender y brindar condiciones mínimas a la gran cantidad de exiliados.

En una reciente visita a Costa Rica, la Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con La Niñez y la Adolescencia (Codeni) constató con otras organizaciones de la sociedad civil de Nicaragua que se encuentan en el vecino país y con organizacines locales que la situación de los exiliados nicaragüenses, particularmente de los niños, niñas y adolescentes es grave.

“Están padeciendo. Familias nicaragüenses que están durmiendo en los parques de Costa Rica, familias nicaragüenses que duermen en una finca, que les dan posada para dormir en una finca y tienen que trasladarse a otras fincas las semanas siguientes. La situación que están viviendo nuestros connacionales es absolutamente crítica”, denunció Jorge Mendoza, vocero de Codeni.

En este contexto, la situación de los niños, niñas y adolescentes exiliados es más dramática pues los pone en mayor riesgo de ser víctimas de diversos tipos de violencia.

Marvin García, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de Codeni, denunció que hay "casos de niños que vienen del campo y que llegan a la ciudad a meterse a una casa de refugio, en un cuartito en cuatro paredes y eso provoca un estrés emocional en los niños, niñas y adolescentes y por tanto también hay un carga emocional en la familia. En algunas casas de refugio ahí están revueltos todos.; ahí hay adultos, hay niños y entonces el tema de la protección, el tema del abuso sexual, el abuso por violencia familiar, están propensos a que ellos sufran algún tipo de abuso".

Datos de la Fundación Arias de Costa Rica indican que del total de exiliados, el 50 por ciento son estudiantes de secundaria y universitarios.

Para los nicaragüenses exiliados, arreglar su estatus legal y obtener un permiso de trabajo en el vecino también ha sido una odisea.

De acuerdo a las estadísticas de oficiales de migración y cancillería costarricense, de los casi 60 mil nicaragüeses, al menos 58 mil ya han hecho una solicitud de refugio en ese país, pero sólo 26 mil de ellos han logrado obtener este estatus legal.

Jorge Mendoza, vocero de Codeni, explicó que de esos nicaragüenses que ya tienen el estatus de refugiado, "solamente 8 mil 200 nicaragüenses tienen permiso de trabajo, el resto, 52 mil nicaragüenses no tienen permiso para trabajar y en consecuencia no tienen las posibilidades de resolver las necesidades básicas requeridas en esta condición de migrantes".

La situación se torna mucho más grave, según Codeni, ya que aquellos nicaragüenses que tienen en trámite la solicitud de refugio, deben esperar entre 9 meses a un año para presentarse a una cita en Migración y Extranjería costarricense, "mientras tanto, están en el limbo", señaló Marvin García, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de Codeni.

Codeni y otras organizaciones de la sociedad civil coinciden en que ahora "no existen condiciones que garanticen un retorno seguro de los exiliados nicaragüenses a su país" a pesar de las promesas que ha hecho el gobierno del presidente Daniel Ortega en torno a este tema.