Imagen referencial / Cortesía

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El coronavirus puede provocar un aumento del contrabando de migrantes

A la ONU le preocupa que aumente la trata de personas por el coronavirus


El último informe de investigación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, analiza los posibles escenarios de afectación del tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas a través de las fronteras de América del Norte y Europa debido a la crisis creada por el coronavirus.

A pesar del bloqueo en los países europeos y de las estrictas restricciones a la movilidad, el estudio indica que continúa el contrabando de migrantes a lo largo de las rutas del Mediterráneo occidental y central, entre otras cosas, debido a los continuos conflictos en la región.

Los migrantes y refugiados de África subsahariana, África septentrional, Oriente Medio y Asia se encuentran ante múltiples peligros comola necesidad de huir de los conflictos y la pobreza, las agitadas aguas del mar abierto, las reducidas operaciones marítimas de búsqueda y rescate, y el riesgo de transmisión de Covid-19 durante el camino en ausencia de condiciones básicas de salud e higiene.

El informe también indica que el cierre de fronteras terrestres, marítimas y aéreas puede provocar un aumento del contrabando de migrantes.

Durante este tipo de crisis, las personas afrontan una mayor necesidad de contar con los servicios de los contrabandistas para cruzar las fronteras. Los cierres y las restricciones también suelen provocar la utilización de rutas y situaciones más arriesgadas y precios más altos de los servicios de contrabando.

Este conjunto de situaciones conforma un caldo de cultivo ideal para que los migrantes y refugiados sean más vulnerables a los abusos, la explotación y la trata.

La Oficina añade que es probable que la recesión económica a nivel mundial traiga consigo un fuerte aumento de las tasas de desempleo e incremente la trata transfronteriza de personas procedentes de países que experimentan caídas duraderas en el ámbito laboral, una tendencia que ya se observó durante la crisis financiera global entre los años 2007 y 2010.

De acuerdo con el análisis de experiencias previas sobre repercusiones económicas y trata de personas, una recuperación asimétrica de la próxima crisis económica mundial incrementará los riesgos de explotación de las personas con necesidades económicas que buscan una vida mejor en el extranjero. Esta circunstancia puede verse agravada en el caso de que la recesión económica se combine con una reglamentación de movilidad más estricta.