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Banco Mundial: 25 millones de desempleados en América Latina y el Caribe producto de la pandemia del coronavirus

Los trabajadores informales se han visto mayormente afectados.


La pandemia ha dejado a más de 25 millones de personas en el desempleo en América Latina y el Caribe, según el Banco Mundial, siendo los trabajadores informales los más golpeados por esta crisis.

El desafío ahora para los países de esta región es crear más y mejores empleos, pero también será crucial preparar capital humano necesario para los empleos del futuro, menos rutinarios y simples.

El perfil de estos nuevos empleos requiere de la automatización, digitalización y que el capital humano tenga más destrezas analísticas y cognitivas para poder tener las mejores oportunidades de trabajo en el futuro, concluyó Carlos Felipe Jaramillo, vice presidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Es esta región del mundo la que registra los mayores impactos de pandemia que a diferencia de los países desarrollados cuenta con medios comparables para mitigar los efectos de esta crisis sobre todo en su actividad económica y empleo, de acuerdo a un reciente informe del Banco Mundial denominado “Efecto viral: La covid-19 y la transformación acelerada del empleo en América Latina y el Caribe”.

Con el nuevo escenario impuesto por la crisis sanitaria, según el Banco Mundial, urge repensar el futuro para los cambios que se avecinan y no cometer los errores del pasado.

Jaramillo señaló que el escenario en esta región es sumamente complejo, pues la pandemia sólo acentuó las grandes y múltiples desigualdades que ya padecía.

“La región entró mal a esta pandemia, el crecimiento venía muy, muy bajito, se estaba generando muy poco empleo, se había creado mucho malestar social y lo habíamos visto el año pasado en muchos países, y yo creo que es el momento de repensar el futuro, de volver a revisar nuestras leyes, nuestros marcos regulatorios para ver cómo adaptamos mejor las economías de la región a los retos que se vienen adelante”, sostuvo.

Enfatizó que lo fundamental en esta nueva etapa es la inversión en el capital humano de modo de que les ayude a enfrentar no solo la crisis actual “sino prepararlos para la recuperación y para lo que va a ser la economía del futuro.

En materia legislativa, el funcionario instó también a tener valentía política para impulsar las reformas que sean necesarias para que las economías se adapten al nuevo contexto.

“No podemos vivir con las mismas regulaciones que teníamos antes de la pandemia porque no estaba generando buenos resultados y tenemos que hacer estos cambios para que mejore la perspectiva económica, para que tengamos un crecimiento primero, mucho más dinámico, segundo, que generen más empleos y sean más incluyentes y tercero que sean más sostenibles, mas armónicas con el medioambiente”, agregó.

La economía del futuro, según el informe del Banco Mundial, estará basada en la aplicación de instrumentos digitales con acceso a internet, por eso masificar la conectividad en esta región donde cerca de la mitad de sus habitantes no cuenta con esta herramienta será vital para generar oportunidades de trabajo.