Pelé e Isabel II 'reviven' en el emblemático carnaval de Olinda, en Brasil

Los muñecos gigantes de Olinda son una herencia europea que tiene su origen en las procesiones del siglo XV.


Los fallecidos 'O Rei' Pelé y la reina Isabel II 'revivieron' este lunes en el tradicional desfile de muñecos gigantes de la ciudad de Olinda, una de las citas más emblemáticas del Carnaval de Brasil y que este año evitó la política.

El exdelantero brasileño y la monarca británica, fallecidos el 29 de diciembre y el 8 de septiembre de 2022, respectivamente, integraron el centenar de enormes figuras que invadieron el centro histórico de esta turística ciudad de la zona metropolitana de Recife.

Los muñecos de Olinda, que retratan a grandes personalidades nacionales e internacionales, desfilaron por las empinadas laderas de esta localidad de arquitectura colonial, en medio de una multitudinaria fiesta animada por las comparsas.

Este año, sin embargo, los organizadores decidieron no sacar a pasear a las figuras de políticos con el objetivo de evitar roces entre los asistentes.

Brasil vivió en 2022 un tenso y polarizado proceso electoral que desembocó en la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva frente al ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), que buscó sin éxito la reelección.

En este sentido, ni el presidente Lula ni Bolsonaro, como tampoco el popular exjuez anticorrupción y ahora senador Sergio Moro, fueron incluidos en "la lista de invitados" de este año, según confirmó a EFE el productor cultural Leandro Castro, uno de los organizadores de esta simbólica fiesta.

"Los foliões", como se llaman en Brasil a los que acompañan las comparsas con sus disfraces, sí pudieron disfrutar de una larga nómina de las estrellas actuales del fútbol, como Neymar, Vinícius Júnior y Richarlison, y de otros deportes.

Tampoco faltaron los personajes de El Chavo del Ocho, de los más buscados por la multitud, así como íconos del mundo del cine y la música, como Roberto Carlos.

Los muñecos gigantes de Olinda son una herencia europea que tiene su origen en las procesiones del siglo XV, cuando estos acompañaban los cortejos religiosos, celebración que Brasil adaptó y mezcló con sus propias raíces hasta el día de hoy.

El primero en salir a las calles de Olinda fue el "Homem da Meia-Noite" (Hombre de medianoche), que anima a los visitantes desde 1932 en esta gran fiesta cargada de ironía.

El centro histórico de Olinda fue declarado en 1982 Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco y está a unos 15 kilómetros de Recife, capital del estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil.

Como en Olinda, otros puntos de Brasil continúan este lunes festejando el Carnaval con las ruidosas comparsas callejeras, arrastrando a miles de personas en las principales ciudades del país, sobre todo en Río de Janeiro y Sao Paulo.