Control glucémico, una forma de cuidar tu diabetes


La diabetes mellitus es una enfermedad cada vez más prevalente a nivel mundial y Nicaragua no es la excepción. Algo que se podría prevenir a través del control glucémico. Según Asociación de Padres de Niños y Jóvenes Diabéticos de Nicaragua (APNJDN), hasta el 2016 en el país habían más de medio millón de personas adultas que padecen de diabetes y más de 900 niños. Te puede interesar: La diabetes y los problemas cardíacos La diabetes mellitus se acompaña del desarrollo de complicaciones tanto micro como macroangiopáticas, asociándose a una elevada morbimortalidad. Diversos estudios han demostrado una correlación directa entre la mejora del control metabólico y la disminución del riesgo de complicaciones crónicas, especialmente las microangiopáticas.

Importancia del control glucémico en el paciente diabético

El control glucémico en el paciente con diabetes tipo 2 (DM2) se centra principalmente en la determinación de 3 parámetros: la hemoglobina glucosilada (HbA1c), la glucemia plasmática en ayunas (GPA) y la glucemia posprandial (GPP).

Actualmente, la hemoglobina glucosilada (HbA1c) se considera el patrón de referencia para evaluar el control glucémico del paciente diabético, debido a la larga experiencia disponible sobre la reducción del riesgo de complicaciones crónicas.s un parámetro que nos ofrece información de cómo ha sido su nivel medio de glucosa en la sangre en los últimos 2-3 meses.

Normalmente la hemoglobina glicosilada se realiza mediante una extracción de sangre venosa aunque también existen dispositivos que muestran el valor de hemoglobina glicosilada mediante sangre capilar. Mantener la hemoglobina glicosilada en valores normales reduce significativamente la posibilidad de desarrollar complicaciones crónicas.

El valor ideal de hemoglobina glicosilada en adultos con diabetes debe mantenerse por debajo o alrededor de 7%.

Sin embargo, parece existir una creciente evidencia de que fluctuaciones agudas de glucemia también estarían implicadas en la patogénesis de las complicaciones crónicas. Se ha sugerido que las decisiones sobre el tratamiento no deberían tomarse exclusivamente basándose en los valores de HbA1c, sino teniendo en cuenta también la variabilidad glucémica. En los últimos años han aparecido estudios que abogarían por la utilización de la GPP (bien como dato aislado o como componente de la variabilidad glucémica) para estimar de forma más completa el control glucémico del paciente.

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Dispositivos que muestran el valor de hemoglobina glicosilada mediante sangre capilar

Cómo hemos dicho antes la hemoglobina glucosilada (HbA1c) se considera el patrón de referencia para evaluar el control glucémico del paciente diabético, en la actualidad este control también se puede conseguir a través del control de la glucemia capilar, mediante la cual podemos obtener información puntual del valor de glucosa en sangre. El control de glucemia capilar se realiza mediante unos dispositivos electrónicos que analizan la sangre capilar depositada en una tira de medición de glucemia. Mediante esta técnica conocerás si tus glucemias son correctas, elevadas o bajas, lo que te permitirá tomar decisiones para mejorar el control.

¿Qué necesitas para realizar la glucemia capilar?

• Un glucómetro (aparato medidor) • Una tira reactiva • Un pinchador • Un pañuelo de papel • Un cuaderno de control Glucómetro para medir nivel de azúcar en la sangre

¿Cómo se realiza la glucemia capilar?

Para saber cuáles son tus cifras de glucosa en sangre tendrás que aprender a realizar glucemias capilares. Es una herramienta imprescindible para el autocontrol.

Cuidados previos:

• Limpiar las manos, para evitar lo conocido como “dedos dulces”20 que alterarían los valores dando lecturas más altas de las reales. • Secar las manos para evitar que la gota de sangre se diluya (las manos mojadas podrían dar un valor de glucemia inferior al real). • Tener las manos calientes o templadas para que la gota de sangre salga con más facilidad. • Pinchar en los laterales de los dedos, alternando de uno a otro dedo (el pinchazo en la yema del dedo es más doloroso y podemos perder sensibilidad).

Técnica correcta

• Introducir la tira reactiva en el glucómetro hasta que haga contacto. • Cargar el pinchador, elegir un dedo, pinchar y estrujar el dedo desde la parte superior hasta su base para extraer una buena gota de sangre. • Tocar la gota con la tira y esperar a que ésta absorba la cantidad de sangre necesaria. • Anotar el resultado en el cuaderno de control. • Retirar y desechar la tira. Conocer si tus glucemias son correctas, elevadas o bajas, te permitirá tomar decisiones para mejorar el control de tu diabetes y evitar complicaciones. Por: Carlos Taleno / Productor Salud para Todos