Superluna se apreciará a partir de este 2 de enero

La Superluna es el primer fenómeno astronómico del año, denominándose Superluna a la coincidencia de la luna llena o luna nueva con el máximo acercamiento a la tierra.


El mundo sorprendentemente nos da la bienvenida en año nuevo con los mejores fenómenos astronómicos que se pueden admirar y apreciar en el cielo, algo súper natural creado por nuestro padre celestial, y aunque existan tantos mitos y la ciencia intenta lograr encajar con sus estudios astronómicos y explicar el trabajo que ellos recopilan acerca de los cuerpos celeste y la forma de llevarla a cabo a nuestros diferentes aspectos, no podemos obviar y dejar a un lado las maravillas que se puede considerar y aprender de los planetas, las lunas hermosas, las lluvias de estrellas y entre otros, solo logramos entrar a una realidad y comprender todas las maravillas que surgen a la gran distancia de la tierra.

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Y para ello, según el astrónomo David Castillo a partir de este martes 02 de enero se podrá apreciar la Superluna que es el primer fenómeno astronómico del año, denominándose Superluna a la coincidencia de la luna llena o luna nueva con el máximo acercamiento a la tierra, esta se podrá observar en un 30 por ciento más brillante y el 14 por ciento más grande, esto ocurre debido a que la órbita lunar es elíptica en dichos casos se suele apreciar algo más grande y más brillante de lo normal.

Este cuerpo celeste, la “Superluna” por su inmensa y brillante luna llena conocida por muchos ciudadanos, la podrán observar a partir de las 6:30 de la tarde, este acontecimiento lo puede disfrutar con sus familiares y amigos y porque no con su pareja, porque hechos como este, no suceden todos los días del año.

Durante los próximos días 3, 4 y 5 de enero de 2018 se seguirán apreciando mas fenómenos, como por ejemplo la “Lluvias de estrellas” llamadas cuadrántidas y para el próximo 31 de enero se podrá observar la “Luna azul” denominada la segunda luna llena ocurrida durante un mismo mes del calendario gregoriano (el usado habitualmente en Occidente), lo que sucede aproximadamente (en promedio) cada 2,5 años.