Foto: Yohany López

Foto: Yohany López

Macehuatl y Bafori ofrecen espectáculo de lujo en el TNRD

Agrupaciones se unen para continuar el legado de su fundador: Alejandro Cuadra.


Sin palabras dejó a los asistentes el espectáculo del Ballet Folklórico de Nicaragua, Macehuatl junto a sus invitados del Ballet Folklórico de Rivas (Bafori), gala que tuvo lugar en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío (TNRD).

Fue dos horas cargadas de las coreografías más icónicas al Canto Épico, así como sones de marimbas representativos del Pacífico del país.

Si del público se trata, la expectativa y entusiasmo por parte de la asistencia fue contagiosa en cada aplauso hacia sus amigos o familiares, miembros del elenco.

El openning estuvo a cargo de la bailarina María Inés Blandón, quien protagonizó la pieza Nicaragua, Nicaragüita para dar paso a Las Mujeres del Cuá, El Rapto, El Nacimiento, Árboles y Ceiba, Vivirás Monimbó y en esta ocasión, un arreglo bastante único de Somos Hijos del Maíz, coreografía que llevaban ciertas temporadas de no presentarla.

Amor por la danza

Belkis Ramírez lleva más de 40 años siendo parte de la agrupación y siente que uno de sus privilegios más grandes fue haber conocido al fundador: Alejandro Cuadra (q.e.p.d) y ser testigo que aun en su ausencia, se siguen interpretando las icónicas coreografías.

"Es una felicidad inmensa. En el escenario el tiempo no pasa", manifestó Ramírez, quien cree que bailar folclore debería ser una tarea para todo ciudadano nicaragüense.

Para Yesner Romero, bailarín originario de Niquinohomo en Masaya y quien lleva ocho años en Macehuatl, ser parte del grupo, es ser conscientes de la historia que rodea a Nicaragua a través de sus danzas más representativas.

El joven, que ama piezas como El solar de Monimbó, Danza del Mestizaje y Pescadores, instó a que las nuevas generaciones se sumen a iniciativas culturales en sus localidades.

Segundo tiempo

La segunda parte de la velada artística contó con el acompañamiento musical de la Marimba de Arco Flor de Pino y fueron ocho singulares coreografías que aumentaron el ánimo de los asistentes; entre ellas: Aquella Indita, Mora Limpia, Inditas del Huacal, Mestizaje, Panchito Escombros, Vaca Chota y su sello final, El Solar de Monimbó.

Como ya se ha hecho una costumbre, El Viejo y la Vieja fue protagonizado con dos hombres y dos mujeres que dieron vida a una sátira alegre en la que los asistentes también pudieron interactuar con los bailarines.

Los invitados

Si del Bafori se trata, las tres coreografías de la maestra Helga Morales, quien también fue alumna del maestro Alejandro Cuadra, animaron a todos los familiares y amigos que desde tempranas horas asistieron procedentes de la considerada ciudad de los mangos.

Previo a la presentación, Nelly Mora, madre de familia de una niña de seis años, animó a su hija con unas palabras de amor.

"Estoy superorgullosa de vos porque has crecido mucho en el folclore", manifestó la mamá tras una dinámica de grabación con su hija para redes sociales.

Una temporada más, los directores salieron a saludar al contento público que aplaudió por varios minutos; para despedirse y prepararse para el aniversario 56 de Macehuatl en octubre próximo.

El telón cerró y la emoción se mantuvo entre cada asistente que aglomeró el lobby del Teatro en espera de su familiar o amigo que dio todo en el escenario.