
Cortesia
Berman Espinoza a un paso de la inmortalidad
Llegó a 1,402 ponches y está muy cerca de adueñarse del récord más grande del béisbol nacional.
El veterano Berman Espinoza suma una proeza que confirma su sitio entre los grandes del diamante pinolero. Durante años ha demostrado temple y carácter sobre la loma. Cada salida refuerza su entrega con el uniforme que defiende y hoy su brazo mantiene viva la ilusión de romper una marca que parecía intocable.
En tanto, Julio Espinoza fijó la cifra de 1,449 chocolates. Ahora Berman necesita solo 47 más para derribar ese muro y conquistar la cima. No ha sido sencillo llegar hasta este momento.
Horas de trabajo, sacrificios y disciplina lo sostienen como uno de los brazos más respetados del país.
Berman, entre esfuerzo y superación
Su legado trasciende estadísticas. Nuevos lanzadores ven en su figura un ejemplo real de esfuerzo y superación. Berman, de cepa matagalpina, nunca cedió ante lesiones ni momentos difíciles. Cada temporada se reinventó, ajustó su mecánica y conservó potencia para seguir dominando rivales.
La fanaticada reconoce su entrega con aplausos en cada estadio. Su liderazgo une a jugadores de distintas edades que comparten dogout con un referente dispuesto a guiar y aconsejar. Con cada ponche escribe páginas imborrables para la pelota nica.
Cuando ese último strike llegue y supere la barrera histórica, su nombre quedará grabado para siempre. Ahora, se prepara para un cierre de carrera digno de leyenda.
Su brazo no descansa hasta dejar el récord en lo más alto.