Industria turística sostenida solo por el turismo de negocio y playa

"Si el país no hubiera atravesado la crisis de abril, el turismo este año debería estar produciendo para Nicaragua más de USD 1.000 millones, pero esta industria a 14 meses sigue siendo económicamente la más golpeada", resaltó Valenti.


Desde abril del año 2018 el sector turismo de Nicaragua enfrenta una de sus peores crisis en décadas, al reportarse una caída de USD$ 400 millones de dólares menos ingresos en concepto de gasto por visitantes. Según estadísticas de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (CANATUR) esa contracción se debe principalmente a que actividades turísticas como el ecológico, convenciones, aventura, cultural y vacacional se redujeran.

Entre enero y diciembre de 2018 el país recibió un total de 975.000 mil turistas, sobre los 1.7 millones que se habían ingresado al país durante el año 2017, antes que iniciará el conflicto políticio, económico y social. Ahora, lo poco que ha generado la actividad turística en los últimos seis meses se debe principalmente a las actividades del turismo de negocio y playa, que apenas representan el 10% del dinamismo del sector.

"Lo que se intenta hacer es que las empresas existentes del sector se sostengan por el turismo interno, el consumo en los hoteles y restaurantes. También las reuniones de negocios que se presentan por nuevas inversiones en las industrias de zona francas", explicó Lucy Valenti, presidenta de CANATUR.

Al cierre de este año, las proyecciones que hace la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (CANATUR) en términos de ingresos económicos es que la industria turística inyecte al Producto Interno Bruto (PIB) unos USD 400 millones, menor a lo reportado en 2018 (USD 440 millones) y 2017 (USD 840 millones).

"Si el país no hubiera atravesado la crisis de abril, el turismo este año debería estar produciendo para Nicaragua más de USD 1.000 millones, pero esta industria a 14 meses sigue siendo económicamente la más golpeada", resaltó Valenti.

En los últimos dos años, la industria ha resentido los síntomas de agonía que provoco la crisis de abril, al dejar en modo de sobrevivencia a dueños de hoteles, restaurantes, tours operadoras, empresas del transporte turístico que al día de hoy aún no logran recuperarse por falta de turistas extranjeros.