Imagen referencial / Cortesía

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Hogares nicaragüenses sufren los efectos económicos del coronavirus

Las familias nicaragüenses ya empiezan a ser afectadas por la crisis económica provocada por la pandemia


La crisis de salud pública que enfrenta Nicaragua a causa del coronavirus ha agravado la situación económica de muchas familias, asegura el sociólogo Cirilo Otero.

Según Otero, debido a la crisis económica que enfrenta el país, algunos familiares han empezado a desarrollar mecanismos de cooperación entre los mismos miembros, para poder solventar los gastos de alimentación y servicios básicos.

"Fundamentalmente se está compartiendo (los gastos) para la comida, la mayoría de familias en el país están sin empleo, otros suspendidos temporalmente de sus puestos laborales, sin goce de salario, entonces lo que se está viviendo en los hogares en un fenómeno de sobrevivencia ante la actual realidad que vivimos", explicó Cirilo Otero.

El especialista resalta que este escenario no es nuevo, pero empeoró debido a la pérdida de empleos por la pandemia, sumado a la caída de las remesas.

Datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN) reflejan que a julio del año pasado un hogar para adquirir los 53 productos que conforman la canasta básica tuvo que conseguir más de 14 mil córdobas.

"Como todos sabemos en el primer trimestre de este año la cesta familiar empezó a costar más cara, los servicios de energía y agua también han encarecido, fracturas que no permiten a las familias completar también su dieta diaria", refiere Otero.

La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) estima que al cierre del año al menos 123 mil personas se quedarán sin empleo.

El Gobierno prevé que la economía se contraerá 4.5%, mientras la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que el país entrará en una recesión económica de 8.3% al finalizar el 2020.

Otero, quien también es experto en seguridad alimentaria recomendó a los nicaragüenses, implantar medidas de ahorro en los hogares para garantizar las calorías necesarias que requiere una persona para estar sana y no engrosar la línea de la pobreza.