Foto Cortesía.

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Bioeconomía será el nuevo motor de la economía empresarial por pandemia, según expertos

Costa Rica es el país centroamericano que ha implementado este modelo.


De cara a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en los últimos años varios países de la región han logrado importantes avances en el desarrollo y aplicación de políticas bioeconómicas. En un escenario post pandemia, esta necesidad será todavía más apremiante.

A nivel regional, Costa Rica ha dado importantes pasos en materia de bioeconomía. A partir de este año, cuenta con una Estrategia Nacional en esta materia, prevista a implementar en la próxima década.

La estrategia está cimentada en una visión de producción sostenible de alto valor agregado en todas sus regiones y biociudades emergentes, explicó Federico Torres Carballo, viceministro de Ciencia y Tecnología de Costa Rica.

Estas biociudades emergentes, según Torres, están “basadas en el aprovechamiento justo y equitativo de su biodiversidad, el uso circular de la biomasa y por supuesto en el progreso biotecnológico del país”.

La Estrategia está enfocada también en varios principios como la inclusión social en todos los ámbitos, el desarrollo territorial balanceado dirigido a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, El Acuerdo de París Sobre Cambio Climático, y las Convenciones de Diversidad Biológica y de Lucha Contra la Desertificación.

En Uruguay, la bioeconomía ha permitido orientar su modelo de producción de bienes y servicios a partir de recursos biológicos ya sea a través del uso directo de estos recursos o transformándolos de manera sostenible, manifestó Carolina Balian, de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.

“Nosotros entendemos que la bioeconomía es una oportunidad para dejar de pensar en cadenas de valor lineales y para empezar a pensar en cadenas que están interrelacionadas, interconectadas y que son más bien redes de valor porque los subproductos que se generan en una cadena pueden ser utilizadas en otra para generar mayor valor y crear nuevos bioproductos a partir de esos insumos”, señaló.

Este modelo económico ha demostrado que será el camino a seguir pues se perfila como el nuevo motor de la económica empresarial.

Prueba de ellos son los 2,5 millones de empleos que genera la bioeconomía en Argentina y los resultados que ha obtenido Colombia en materia de inversión.

“Se considera que la bioeconomía en Colombia tiene un potencial de movilización de inversiones privadas superiores a 5.4 billones de pesos al 2030”, destacó Sonia Monroy, Viceministra de Talento y Apropiación Social de Colombia.

Actualmente, más de 50 países en el mundo han integrado políticas y estrategia definidas en bioeconomía en sus planes de desarrollo económico.