Foto Cortesía.

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El panorama para el sector cafetalero en Nicaragua tras reapertura de fronteras en Centroamérica

Estas son las proyecciones de Excan.


El sector cafetalero de Nicaragua podría ver reducida su mano de obra para el próximo ciclo de corte, luego que países como Honduras y Costa Rica anunciaran una reapertura gradual de sus fronteras con el resto de países centroamericanos.

En años anteriores, cortadores de café, debido al incremento del desempleo en Nicaragua, deciden migrar y buscar mejores oportunidades laborales en otras naciones de la región.

Pese a este panorama, la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan) manifestó que los cortadores tendrían este ciclo 2020-2021 mayores incentivos para quedarse en territorio nacional durante el período de corte, pues la lata de café se estaría pagando en un precio promedio de 35 córdobas.

"Este año, los productos estarán en una mejor posición. La gente creo que no estará dispuesta a arriesgar su salud por el tema del coronavirus, mucho menos a incurrir a más gastos en otros país", indicó Federico Argüello, presidente de Excan.

Durante cada ciclo, el sector contrata un total de 350 mil cortadores.

El ciclo pasado generó al país ingresos por el orden de los 450 millones de dólares, mientras que en este ciclo se espera una contracción en valor del 5%, es decir, los ingresos podrían ser apenas de 425 millones de dólares, según proyecciones de Excan.

El productor Juan Carlos Munguía expresó que los cortadores si deciden trabajar en otros países se estarían sometiendo a las exigencias y requisitos de las autoridades centroamericanas para poder cruzar sus fronteras cuyas medidas migratorias se han endurecido con la llegada del coronavirus en la región.

Las proyecciones de Excan estiman una caída en volumen que podría rondar entre 5% a 8%, ocasionada por los altos costos de producción, la caída en el precio del grano de oro en el mercado internacional y por efecto del cambio climático.

Durante el ciclo 2020-2021, el sector privado cafetalero diseñó su propio protocolo de bioseguridad para ser aplicado en las fincas del país y evitar el contagio masivo por Covid-19.

Entre las medidas destaca el uso de mascarillas, distanciamiento social durante el corte, aplicación de alcohol en gel, desinfección de las áreas donde se labora, entre otras.