Foto Cortesía

Foto Cortesía

Cafetaleros resienten los bajos precios del quintal del grano de oro

Varios sectores del país se han visto afectados por la pandemia del Covid-19.


El sector cafetalero de Nicaragua sigue enfrentando por tercer año consecutivo su peor crisis. El precio del grano de oro ha pasado de cotizarse en el mercado internacional de 160 dólares a un promedio de 125 dólares el quintal hasta el mes de septiembre de 2020.

José Ángel Buitrago, expresidente de la Asociación de Exportadores de Cafés de Nicaragua (EXCAN) manifestó que este año la incidencia en la caída ha sido motivada por la pandemia del coronavirus que golpeó la economía de los principales países compradores.

“La pandemia afectó a nuestro rubro, la mayoría de personas dejaron de consumir café, es ahí donde el mercado comenzó a descender porque al no haber mucha demanda y producción suficiente, el valor del grano en el mercado internacional baja”, explicó Buitrago.

El principal comprador de café nicaragüense es Estados Unidos, pero producto de la pandemia bajó la demanda de este producto.

A pesar de esta mala racha, la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua indicó que por tema de precios, la incidencia en algunos productores ha sido mínima, puesto que la mayoría de fincas siguen trabajando en el rubro y otros hasta incrementaron en el ciclo pasado los niveles de producción.

"Definitivamente el cultivo no se ha abandonado, la mayoría de productores siguen trabajando, pero sí hemos tenido una merma en las labores del campo y nos vimos obligados a despedir parte de los colaboradores", refirió Aura Lila Sevilla, presidente de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua.

Además de la caída del precio, los productores enfrentan el impacto de la Ley de Concertación Tributaria de 2019 que elevó los costos de los agroquímicos y fertilizantes para la producción.

Los efectos de la pandemia del coronavirus también en este próximo ciclo 2020-2021 se notarán al verse elevados los costos de producción por la implementación de protocolos de bioseguridad que tendrán las fincas para evitar una ola de contagios entre los cortadores de café.