Banco Mundial estima caída del 4% en empleo formal en América Latina

Así podría afectar a Nicaragua el cumplimiento de esta proyección.


Las secuelas de la Covid-19 sobre la economía de América Latina y el Caribe están llevando a la región al peor de los escenarios, con una proyección de caída en el empleo formal de hasta el 4%, según el último cálculo del Banco Mundial, efectos que podrían incluso extenderse hasta por una década con consecuencias particulares para cada país.

En el caso de Nicaragua, el economista Luis Murillo resalta que estos efectos negativos se pueden traducir en una pérdida significativa de empleos formales.

“Por lo menos serían un millón de empleos perdidos, y esto tendría un efecto más negativo del que tenemos, en el sentido de que el espacio del empleo formal se ha venido reduciendo y cuando no se está reactivando la economía como se creía a nivel mundial y regional, realmente nuestros socios comerciales no nos estarían comprando nuestros productos y estaríamos en una situación mucho más difícil”, sostuvo.

El economista señala que para Nicaragua el escenario es mucho más complejo debido a que el país sufre de tres crisis paralelas que han deteriorado más el mercado laboral: la política, la económica y la sanitaria.

“La tasa de desempleo abierto, yo en lo particular creo que está por encima del 10%, la tasa del subempleo creo que está por encima del 60% y la tasa de la informalidad está en más del 85%, es decir, nosotros estamos viviendo en una economía de sobrevivencia”, argumentó.

Maykell Marenco, también economista, coincide con Murillo al señalar que en este contexto adverso, urge resolver primero la crisis política para generar confianza en los inversionistas y así asegurar el empleo formal, sobre todo aquellos que ahora están en riesgo por estar vinculados a acuerdos comerciales como el DR- CAFTA y el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (AdA), ya que Estados Unidos y Europa han advertido que podrían excluir a Nicaragua de ambos tratados comerciales por cuestiones políticas.

Marenco destacó que bajo el régimen de zonas francas solo en las empresas de call centers establecidas en el país trabajan entre 6,000 y 8,000 personas, adicionalmente unas 126,000 personas en el sector maquilas, empleos que están vinculados al DR-CAFTA.

“El principal reto es recuperar la confianza, ya sea de los principales socios estratégicos, valorar, o mejorar mejor dicho el tema de riesgo país para atraer inversión extranjera directa e incentivar el sector privado y por supuesto beneficiar al consumidor, generar incentivos para que el consumidor pueda optar, cómo se hace, mejorando el mercado laboral”, expresó.

“Resolviendo el problema político se recupera por antonomasia la confianza en el sistema económico y en segundo lugar, para poder recuperar las condiciones de aumento en el nivel de empleo, se debería hacer revisión de algunas reformas, entre ellas la Reforma Fiscal y la Reforma al Seguro Social, porque estas dos reformas tuvieron el objetivo fundamentalmente de carácter recaudacionista y pone en desventaja al sector privado para que generen mayor cantidad de empleos”, secundó Murillo.

Además de un consenso político, Murillo afirma que para la recuperación de la economía nacional se requieren ajustes para mejorar el nivel de escolaridad, cambiar la estructura productiva del país, aplicar políticas públicas de reactivación económica a mediano y largo plazo y establecer un verdadero plan de desarrollo para el país.

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