Cortesía/Referencial

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Cepal: Inversión Extranjera Directa de Nicaragua en 2022 creció en 6%

El organismo señala que el año pasado año, Latinoamérica y el Caribe mostraron un aumento interanual histórico del 55,2%.


En el Informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal) sobre la Inversión Extranjera Directa (IED), en la región durante 2022, destaca que Nicaragua tuvo un crecimiento del 6% principalmente por reinversión de utilidades de empresas ya existentes en el país, lo que contrasta datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), el cual en su informe de cierre de IED del año pasado muestra un aumento del 25.3% que totalizó 1,842.3 millones de dólares, mayor que lo registrado en 2021 cuando fueron US$ 1,470.1 millones.

“Hasta 2022 la inversión extranjera en Nicaragua fue superior en 6% al año anterior, explicado principalmente por reinversión de utilidades de empresas extranjeras que ya operan en el país y en los demás componentes: aporte de capital y préstamos entre empresas se recibieron menores inversiones. No tenemos una previsión de crecimiento para el país, sería especulativo tomando en cuenta los factores de clima político y de negocios que se mantienen en el país, referidos en la consulta que se me ha hecho”, sostuvo José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario ejecutivo de la Cepal.

Según el BCN, los ingresos de IED en 2022 representaron el 11.8% del PIB en 2022, 1.4% superior al indicador de 2021, cuando fue de 10.4%; mientras que el flujo neto de IED como porcentaje del PIB fue de 8.3 %, menor al 8.6% de 2021.

“En el año, la reinversión de utilidades continuó siendo la principal fuente de financiamiento, al representar el 73.1 por ciento del flujo neto de IED, los cuales sumaron 946.3 millones de dólares, 53.9 por ciento mayor que el registrado en 2021 los cuales fueron de US$ 614.9 millones”, señalaba el BCN en el informe publicado en abril de este año.

A su vez, destaca, en segundo lugar, los aportes de capital con 308.2 millones de dólares, representando el 23.8% del flujo neto de IED. Estos fondos mostraron una disminución interanual de 14%, ya que en 2021 fueron de US$ 358.5 millones.

IED en Latinoamérica y el Caribe registró un aumento del 55,2% en 2022

Según la Cepal, la Inversión Extranjera Directa en la región registró un crecimiento de 55, 2% en 2022 en comparación con el año anterior y llegó a 224.579 millones de dólares, su máximo valor desde que hay registros.

De acuerdo con el informe, casi todos los países de América Latina y el Caribe recibieron más inversión extranjera directa, liderando la lista Brasil (que recibió un 41% del total regional y que figura como quinto destino de la IED mundial), seguido de México (17%), Chile (9%), Colombia (8%), Argentina (7%) y Perú (5%).

Costa Rica fue el principal receptor de inversión extranjera directa en Centroamérica; en Guatemala estos flujos registraron una caída significativa debido a un valor extraordinario en 2021, pero volvieron a su promedio histórico.

Sin embargo, el organismo identifica la transición energética como uno de los sectores impulsores del crecimiento económico, que puede convertirse en gran motor de la transformación productiva de la región, por lo que los países y sus territorios deberían priorizarlo en el marco de sus políticas y agendas de desarrollo productivo.

El informe refiere que el aumento de la IED en algunos países, en particular en Brasil; es por el crecimiento de todos los componentes de la IED, especialmente la reinversión de utilidades; y por el alza de la IED en el sector de servicios. Esta dinámica es congruente con la recuperación pospandemia y no es claro si se mantendrá en niveles similares en 2023, señala.

Desde 2013, las entradas de IED en los países latinoamericanos y caribeños no superaban los 200.000 millones de dólares. El peso de estos flujos en el PIB regional también aumentó en 2022, llegando a representar el 4,0%, según el documento.

“El reto de atraer y retener inversión extranjera directa que contribuya efectivamente al desarrollo productivo, sostenible e inclusivo de la región sigue más vigente que nunca. Hay nuevas oportunidades en una era de reconfiguración de cadenas globales de valor y de relocalización geográfica de la producción ante una globalización cambiante”, afirmó Salazar-Xirinachs.

El alto funcionario de las Naciones Unidas enfatizó que el reto no solo es atraer y retener, sino maximizar la contribución de la IED al desarrollo, y para esto los países deben poner atención a las políticas de desarrollo productivo post-establecimiento, que incluyen el fomento a los encadenamientos productivos, políticas de agregación de valor y ascenso en las cadenas de valor, de desarrollo de recursos humanos, de infraestructura y logística y de construcción de capacidades locales.

Más allá de los retos de la transición energética, el informe insiste en que los países de América Latina y el Caribe deben mejorar el diseño de las políticas de atracción de inversiones y fortalecer sus capacidades institucionales en esta área.

Además, señalan que es esencial que se avance en la articulación de los esfuerzos para la atracción de la IED con las estrategias de desarrollo productivo de los países y de sus territorios

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