Foto: Cortesía

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Nuevo impuesto que aplicará EE.UU. a las remesas podría afectar el flujo hacia Nicaragua

En el primer trimestre del año, las remesas sumaron 1,441.3 millones de dólares, según el BCN.


A partir del 1 de enero de 2026 entrará en vigor en Estados Unidos un nuevo impuesto del 1 por ciento sobre las remesas, una medida que podría impactar negativamente en los flujos de dinero enviados hacia Nicaragua y el resto de la región centroamericana, según advierte un estudio reciente de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca).

En ese contexto el economista nicaragüense Gerson Salgado sentenció que cualquier arancel de carácter general tiende a tener efectos adversos en el consumo.

“Este impuesto se suma al costo que ya cobran las casas de envío. Las personas que envían dinero no solo pagan comisiones por el servicio, ahora también verán una reducción directa en el monto transferido por el nuevo gravamen”, explicó.

Salgado ilustró el impacto con un ejemplo, tras señalar que, si una persona en Estados Unidos desea enviar 100 dólares a Nicaragua y las agencias de envío cobran 10 dólares por la transacción, el remitente necesita disponer de al menos 110 dólares.

Con el nuevo impuesto, además, se aplicará una deducción adicional sobre los 100 dólares enviados, reduciendo aún más la cantidad que reciben los familiares en destino.

“Si bien el consumo no se verá afectado de inmediato, en el mediano plazo sí habrá consecuencias, ya que los hogares que dependen de remesas verán reducidos sus ingresos disponibles”, agregó.

Podría estimular nuevas alternativas de envío

Frente a esta situación, Salgado señaló que podrían surgir alternativas para minimizar el impacto del nuevo impuesto.

Una opción sería utilizar el sistema bancario, es decir, si un banco con presencia en Centroamérica también opera en Estados Unidos, el remitente podría abrir una cuenta de ahorro en ese país y realizar transferencias directas entre cuentas. Estas operaciones no estarían sujetas al impuesto a las remesas, aunque sí podrían generar cargos por transacción.

“Habrá que evaluar si el costo de una transferencia bancaria es más conveniente que el uso de agencias de envío. Si así fuera, podríamos ver un aumento en el uso de transferencias electrónicas y un cambio en los canales tradicionales de envío”, explicó.

Nicaragua depende en gran medida de las remesas familiares como fuente de ingreso y dinamizador del consumo interno.

Según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), durante el primer trimestre de este año se registraron ingresos de remesas por 1,441.3 millones de dólares, las cuales fueron mayores en 26.3 por ciento respecto a igual trimestre del año pasado, cuando alcanzaron 1,140.9 millones.