
Janisse Pérez, Aida Gutiérrez (presentadora) y Luz Danelia García./ Foto: Ligia Obando
Nunca es tarde para cumplir tus sueños
Conocé a Janisse y Luz Danelia, dos emprendedoras que no tuvieron miedo y se arriesgaron a emprender.
Emprender no solo se trata de vender un producto o servicio, sino de iniciar un proceso de transformación personal. JP es una iniciativa liderada por Janisse Pérez, que ofrece capacitaciones a través de una red de expertos, con el propósito de brindar herramientas prácticas que conecten a las personas con el mundo competitivo actual, ya sea en lo personal o lo profesional.
Relata que su negocio surgió con lo mínimo: una computadora, acceso a internet y un teléfono móvil. “Ni siquiera necesito de muchos recursos económicos para arrancar con el proyecto que yo deseo implementar”, afirma.
Su testimonio desmitifica la creencia de que para iniciar un proyecto se necesita esperar el momento perfecto o grandes inversiones. Para ella, arriesgarse depende más de la decisión personal que de las condiciones externas.
Desde su experiencia, señala que los primeros pasos no son fáciles. “Te conviertes en todólogo”, expresa entre risas, refiriéndose a la necesidad de involucrarse en áreas como marketing, finanzas, ventas y administración.
Aunque algunas de estas tareas no sean del todo familiares o cómodas, la capacitación continua es fundamental para organizar y sostener un emprendimiento a largo plazo.
Un proyecto creativo
Por otro lado, Luz Danelia García es la fundadora de Taller de Luz, un negocio creativo que nació a partir del deseo de compartir con otros lo que inicialmente solo creaba para su familia. “Me dio una claridad de transformar eso que yo creaba, lo podía hacer también para otros. Los regalos especiales que compartía con mi familia, otras personas también podrían tener esa oportunidad de disfrutarlo”, relata con orgullo.
A diferencia de la creadora de JP, García decidió hacer una inversión inicial en la compra de un taller de madera.
“No sabía utilizar ninguna de las herramientas, pero fui aprendiendo poco a poco”, recuerda. Su caso evidencia como la voluntad de aprender puede vencer el miedo inicial y abrir camino a nuevas posibilidades.
Muchas personas adultas enfrentan limitaciones mentales relacionadas con la edad o la inseguridad, lo cual les impide materializar sus ideas. Pero tanto Luz como Janisse coinciden en que todo cambio comienza desde adentro y que el autoconocimiento es clave para proyectar un negocio con autenticidad.
Ordenar la experiencia previa, identificar habilidades blandas y técnicas, y encontrar un equilibrio con la vida cotidiana son pasos fundamentales. Ambas emprendedoras resaltan la importancia de tener “ganas” y claridad en el propósito, ya que eso permite sortear las dificultades iniciales.
Comprender el valor del propio trabajo, conocer el mercado y segmentar al público objetivo son estrategias vitales para hacer rentable cualquier negocio. Emprender implica esfuerzo, pero también una oportunidad para rediseñar la vida y convertir los sueños en realidades concretas.