Foto: cortesía

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“Cosa de horno de mi Abue”, un negocio con más de 100 años de historia

El nombre rinde homenaje a Doña Adilia, matriarca leonesa, cuya receta ha perdurado en el tiempo.


Lo que comenzó como una receta familiar en León hace más de un siglo, hoy es una tradición que se expande con sabor, historia y mucho corazón por todo el país. “Cosa de horno de mi Abue”, un emprendimiento nicaragüense con más de 105 años de existencia, llegó a Managua hace dos años, donde ha sido bien recibido por sus consumidores en la capital.

“Somos un emprendimiento que viene creciendo de generación en generación. Nacimos en León, pero nuestro corazón late también en Managua”, comparte con orgullo Dayanna Acevedo, asesora de ventas del emprendimiento.

El nombre de este negocio rinde homenaje a Doña Adilia, matriarca leonesa cuya receta de "cosas de horno" ha perdurado en el tiempo.

Bajo la administración de Cristian Mauricio Somarriba, gerente propietario y soñador incansable, el negocio se ha expandido fuera de su ciudad natal, llevando consigo no solo el sabor, sino también una historia de esfuerzo, familia y legado.

“Cristian es un soñador, quiso conquistar Managua y lo logró. Hoy somos 12 colaboradores que trabajamos de la mano con él para seguir creciendo. Aquí estamos, ofreciendo un producto fresco, higiénico y con identidad”, señala.

Cinco sabores, una sola tradición

El menú de “Cosa de horno de mi Abue”, incluye cinco productos tradicionales: empanadas, quesadillas, pan de arroz, perrerreque y sopa de leche. Estos dos últimos han protagonizado una amistosa competencia entre los clientes por ser el favorito

“Muchos dicen que prefieren el perrerreque, otros que la sopa de leche es insuperable. Nosotros felices, porque eso significa que están disfrutando lo nuestro”, agregó.

El producto se ofrece tanto en puestos de venta como en puntos móviles, en bandejas de tres o cinco unidades, con precios asequibles desde los 35 y 150 córdobas.

Puntos de venta el sabor al alcance de todos

Los puestos de ventas ubicados en Managua, están en San Judas, Ciudad Sandino, La Fuente, Veracruz, Camilo Ortega y el mercadito campesino de Las Colinas.

Además, disponen de puntos móviles estratégicamente ubicados en semáforos como el del Centro de Salud Edgard Lang, en Ciudad Sandino, La Mascota (dos cuadras al lago, frente al parque Don Bosco) y en Tipitapa, donde atienden los días lunes, miércoles y viernes.

En todos estos lugares, los clientes pueden disfrutar de productos recién horneados, empacados con higiene y listos para acompañar un café por la mañana o por la tarde, sostuvo.

Más que un negocio, una familia

Detrás del mostrador y del aroma irresistible a horno, hay una familia comprometida con su historia y su comunidad.

“Queremos crecer, expandirnos a todo el país, pero también queremos dar empleo a más personas, apoyar a emprendedores, y que nuestra marca sirva como plataforma para otros que quieren salir adelante”, agrega.

En redes sociales, también se han convertido en referencia: otras personas han empezado a vender sus productos con el aval de la marca, fortaleciendo una red de pequeños emprendedores que comparten la pasión por el sabor tradicional leones.

Un legado desde 1918

Dayanna comenta que, desde 1918, la receta de Doña Adilia ha sido símbolo de identidad y sabor. Hoy, ese legado vive en cada empanada, cada quesadilla y cada bocado de sopa de leche que llega a las manos de los clientes, comenta.

“Siempre le digo a mi jefe que mi sueño es vernos por toda Nicaragua, llevando este gustito leonés. Este sueño no es solo nuestro, es de todos los que han probado y apoyado nuestra historia”, finaliza.