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El sonido psicodélico de Pink Floyd sirve para medir cómo afecta la música al cerebro

El experimento coincide con el 50 aniversario del icónico "Dark Side of The Moon" de la veterana banda británica.


El envolvente sonido del rock psicodélico de Pink Floyd servirá para medir la manera en que un centenar de individuos experimenta la música y cómo esta impacta en su actividad cerebral, en un innovador estudio en Londres.

Coincidiendo con el 50 aniversario del icónico "Dark Side of The Moon" de la veterana banda británica, los estudios Dolby, en alianza con expertos en tecnología musical de la firma Pollen y la Fundación Richard Wright, han organizado un experimento con el que grabarán entre los días 2 y 6 de octubre la reacción cerebral de cien participantes mientras escuchan "The Great Gig in the Sky".

El proyecto, desarrollado en esos estudios del Soho londinense, genera representaciones visuales artísticas con base en los estímulos que recibe el cerebro de cada una de esas personas mientras estas se encuentran sumergidas en la experiencia.

Los cien participantes fueron elegidos con base en diferentes variables de entre más de 1.500 interesados en formar parte de la investigación, que presentaron su solicitud desde todas partes del mundo.

Tanto fans como detractores

Uno de los directores creativos de la iniciativa, Richard Warp, explicó este viernes a Efe cómo su "fascinación" con "cómo impacta la música en el cerebro" combinada con la tecnología disponible hoy en día, hicieron posible poner en práctica esta investigación "a gran escala de forma relativamente fácil, rápida y barata".

"Sobre todo estamos centrados en crear una manera para que las personas comprendan la información (de su cerebro) intuitivamente, directamente, y que no haga falta tener un doctorado para entender cómo la música afecta a tu cerebro, sino que lo puedas sentir", indicó.

Entre los motivos aducidos por cada persona para participar, Warp dice que hubo quienes se declararon aficionados del grupo británico hasta otros que reconocieron que no les "gustaba" Pink Floyd y que precisamente por ello les interesaba averiguar "si su cerebro lo demostraba".

Al concluir los experimentos, se combinará la actividad cerebral de esos 100 individuos, transformándola en una visualización a gran escala que se exhibirá en un local de Londres.

La canción elegida como estímulo musical en el proyecto, "The Great Gig in the Sky", compuesta por el teclista Rick Wright, fallecido en 2008, no contiene letras y usa la voz de Clare Torry como instrumento.

Tecnología y neurociencia

Por su parte, la neurocientífica Erica Warp, corresponsable del proyecto, dijo a Efe que se quiere conseguir "que cada individuo eche un vistazo a su propio cerebro para entender cómo responde a esta experiencia y proporcionar datos".

Se evaluarán cuestiones como las respuestas individuales atendiendo a factores variopintos como la existencia o no de bagaje musical, la mayor o menor familiaridad con la música o la edad.

"El objetivo primordial no es descubrir nuevos hallazgos para la neurociencia, sino crear una nueva experiencia para que estos participantes interactúen con los datos de su cerebro", señaló Warp.

La científica empleó dispositivos sin cables EEG para medir la actividad eléctrica cerebral, evaluando variables como la emoción, el estrés o la relajación durante cada segundo de la canción.

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