
Laura Vílchez
Anthony Matthews y sus 47 años de ser la voz oficial de Dimensión Costeña
El cantante caribeño asegura que seguirá cantando hasta que Dios le preste vida.
A sus 75 años, el legendario cantante costeño y fundador de Dimensión Costeña, siendo el rostro y la voz más representativa de la Costa Caribe nicaragüense. Y es que decir, Anthony Matthews es transportarse a las coloridas fiestas de "Mayo Ya" y a todas esas canciones que por años han puesto a bailar a grandes y chicos con su contagioso ritmo.
Al consultarle qué significa para él la música, refiere "la música es nuestra cultura y la hemos llevado por todo el mundo con el apoyo de todos esos músicos que tuve en Dimensión Costeña", dice este artista caribeño, que este 10 de mayo celebra un año más de vida.
Reconoce que al inicio fue un reto para algunos músicos adaptarse al ritmo, dialecto, "con que muchas de las canciones están hechas, pero le hicimos huevo, traspasado fronteras, hemos ido ganando popularidad en los diferentes países, desde Costa Rica, Panamá, Colombia, Estados Unidos, ha toda la gente la ha gustado y gracias a Dios hemos triunfado por ellos", añade.
47 años de ritmo y pasión musical
Su trayectoria artística ha estado marcada por el ritmo vibrante del palo de mayo, llevando la cultura garífuna y afrodescendiente de Nicaragua a escenarios tanto nacionales como internacionales.
Matthews tiene 47 años de ser la voz oficial de Dimensión Costeña y asegura seguir cantando hasta que Dios le preste vida. "Mientras hay vida, hay salud, hay cultura, hay vamos a estar nosotros", dice con entusiasmo, al recordar que a la edad de 7 años se enamoró por completo de la música.
En 1968 fue parte de distintas agrupaciones como Gama, pasando por Condevers y Heavers, hasta consolidar el grupo con mayor arraigo de caribeña: Dimensión Costeña.
Resalta que la fórmula para mantenerse vigente hasta el día de hoy es, "disciplina sobre todo, salud, ejercicio y hacer todo correcto, si usted hace las cosas buenas no puede salir malo", apunta.
Aunque ya no tiene el mismo vigor escénico de antes, su voz y presencia siguen siendo un símbolo. "Los años pesan, pero ahí vamos tirando, porque yo comencé bien joven en la música y hoy cumplo 75 años", dice con la humildad que lo caracteriza.
Menciona que va a celebrar a lo grande y con su platillo favorito rondón, "rodeado de amigos y familiares en el Puerto Salvador Allende, con música y baile".
Al preguntarle cuántos discos ha grabado, sonríe y dice ya "perdí la cuenta" y recuerda que pueden escuchar su música en Spotify. Actualmente, trabaja en una nueva producción con "Sabor a pinol y rondón" y estos días planean grabar una canción que aún no tiene nombre.
Aunque enfrenta problemas de visión por la diabetes, el artista acepta su condición con serenidad: "Algo viene a llevarnos de este mundo, y hay que estar satisfecho con eso, es cosa de Dios".