
Fotos: Josthin Díaz.
La danza en tacones gana terreno en Nicaragua
Kassandra Cárdenas busca impulsar una comunidad de mujeres en torno a este baile.
El baile de tacones o heels dance es una disciplina que combina elegancia, fuerza y precisión, donde el uso de zapatos de tacón alto no solo añade complejidad técnica, sino también un fuerte componente de empoderamiento.
Con raíces en géneros como el jazz, el hip-hop y el baile de salón, este estilo se distingue por movimientos fluidos, un marcado trabajo de pies y una actitud que celebra la feminidad y proyecta confianza, desafiando los moldes tradicionales del baile.
En Nicaragua, una de las impulsoras de esta danza, es Kassandra Cárdenas, quien se enamoró y descubrió más su pasión, durante un viaje que realizó a Honduras en el 2019, con la compañía de danza Seventeen Company.
La joven junto a su compañero Nahum Tablada decidieron impartir juntos una clase de heels dance, sin imaginar el impacto que tendría años después.
“La verdad no teníamos idea de en lo que nos estábamos metiendo, pero buscamos bien la información y dimos una buena clase, luego vino el covid y al final, pues se suponía que mi amigo tenía que abrir esa clase en Studio Danza Ilusiones porque yo ya tenía varias clases, al final por cuestiones personales no se pudo y terminé agarrando el heels dance, gracias a Dios nos está yendo bien…”
Desde entonces, el heels dance no solo ha ganado aceptación, sino que ha creado una comunidad sólida. Más allá de los pasos de baile, para su instructora se ha convertido en una herramienta de crecimiento personal.
“Me he dado cuenta a lo largo de estos cinco años que es una herramienta que nos potencializa. Integrar la clase a la persona es un proceso totalmente personal”, afirma.
Un estilo que da felicidad
“He visto como alumna y como personas han tomado lo bueno de la clase para subir su autoestima, tener más seguridad, se ven más felices, llegan a puntos que tal vez ni ellas sabían que tenían, esa “garra” y en lo personal ha sido un movimiento, un estilo que me ha ayudado a mí a tratarme mejor”, dice la joven.
Uno de los pilares del éxito del heels dance en el país ha sido el sentido de comunidad. “No se trata solo de aprender pasos nuevos, sino de crecer juntas, de hacernos más fuertes como grupo. En Nicaragua ha sido también un proceso de educar al público y de reconocernos a nosotras mismas como parte de un movimiento que empodera”, concluye.