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¿Vibras como Millenial o como Generación Z?
Ambos hablan lenguajes diferentes, especialmente cuando se trata de dinero, trabajo, relaciones y tecnología.
¿Te has preguntado si vibras más como Millennial o como Generación Z? Aunque a simple vista parecen compartir gustos y costumbres, en realidad estas dos generaciones hablan lenguajes completamente diferentes, especialmente cuando se trata de dinero, trabajo, relaciones y tecnología.
La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, es la verdadera generación digital. Nunca conocieron un mundo sin internet ni smartphones, y han hecho de las redes sociales no solo un espacio de entretenimiento, sino también una plataforma para emprender y generar ingresos.
Son auténticos, rápidos para adaptarse y no temen abandonar caminos tradicionales si no les funcionan.
En contraste, los Millennials, nacidos entre 1981 y 1996, vivieron el cambio entre lo analógico y lo digital. Recuerdan el internet de conexión telefónica y fueron los primeros en construir una vida en línea a través de Facebook e Instagram, según un artículo que publica forbes.es.
Sin embargo, la crisis financiera de 2008 marcó profundamente su relación con el dinero, obligándolos a ser más cautelosos, aunque al mismo tiempo transformaron industrias completas con su búsqueda de experiencias y su poder como consumidores.
Ámbito digital, salud y tecnología
En el ámbito digital, la división es evidente: mientras los Millennials siguen activos en Facebook e Instagram, la Generación Z prefiere TikTok y BeReal, priorizando la autenticidad sobre la perfección.
Lo mismo ocurre en la comunicación, los primeros redactan mensajes completos y formales, mientras los segundos conversan con abreviaturas, videollamadas espontáneas y un lenguaje que cambia constantemente.
En el trabajo, la diferencia también es marcada. Los Millennials valoran la estabilidad, el crecimiento profesional y el equilibrio entre vida personal y laboral.
En cambio, la Generación Z ve el empleo como algo flexible y pasajero, si no funciona, cambian de rumbo sin miedo. Muchos incluso han convertido los llamados “trabajos secundarios” en sus principales fuentes de ingresos.
El tema financiero muestra el contraste más fuerte. Los Millennials, golpeados por deudas estudiantiles y dificultades económicas, suelen ser más cuidadosos y a la vez más estresados con el dinero. La Generación Z, en cambio, aprendió de esos errores, confía poco en el sistema financiero tradicional y busca generar riqueza a través de métodos alternativos, desde la creación de contenido hasta las inversiones digitales.
La salud mental es otro punto clave. Los Millennials rompieron el estigma, abriendo la puerta al diálogo sobre ansiedad, depresión y terapia.
La Generación Z lo ha normalizado aún más, llevándolo a un plano cotidiano: hablan de sus emociones en TikTok, comparten memes sobre sus problemas y exigen espacios seguros para la conversación.
La brecha entre estas generaciones no es solo una cuestión de edad, son dos formas distintas de ver y enfrentar el mundo.