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¿Cómo lavar el repollo, lechuga, brócoli y coliflor de forma segura?

La nutricionista Ana Lozano aconseja que nunca deben consumirse sin lavar.


La higiene de los vegetales de hoja y crucíferos (que lleva o tiene la insignia de la cruz), es clave para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.

Estos productos pueden contaminarse durante la cosecha, el transporte o el almacenamiento con tierra, agua de riego, fertilizantes, pesticidas o por contacto con manos y superficies sucias. Por eso, lavarlos antes de consumirlos no es opcional, es una medida de salud esencial.

En el mundo de la gastronomía, hay muchos tips que son utilizados a la hora de preparar los alimentos, pero siempre está la duda, si es la forma correcta de hacerlo. Una de ellas es, ¿con qué conviene lavar repollo, lechuga, brócoli, coliflor?

La nutricionista Ana Lozano, detalla que el método más recomendado y suficiente para el hogar, es lavarlos con agua corriente y con un cepillo.

¿Qué pasa si solo se lavan con agua? Según la experta, el agua corriente puede remover entre 90–99 % de bacterias y residuos superficiales si se acompaña del frotado o cepillado. "Si no se lavan, hay riesgo de ingerir microorganismos como E. coli, Salmonella, Listeria o residuos de pesticidas".

¿Con vinagre o cloro?

En cuanto a que muchas amas de casa utilizan vinagre (ácido acético) para lavarlo, la experta dice que puede reducir un poco más la carga bacteriana, pero no sustituye al agua.

"En estudios controlados, la diferencia entre agua sola y soluciones de vinagre fue mínima en lechuga y brócoli. Si se usa en casa, se recomienda ½ taza de vinagre por 1 taza de agua, seguido de un buen enjuague", menciona.

Estos mismos alimentos también son enjuagados por muchas personas con cloro, a lo que Lozano advierte que el USDA y FDA desaconsejan su uso en casa para lavar vegetales.

"El cloro se emplea en ambientes industriales bajo estrictos controles (100–200 ppm de cloro libre en agua), pero en cocina doméstica no debe usarse por riesgo de residuos", añade.

"La forma más segura y avalada por ciencia es lavar repollo, lechuga, brócoli y coliflor con abundante agua corriente y fricción mecánica, el vinagre puede usarse como apoyo, pero no es indispensable y el cloro no se recomienda en el hogar, aunque sí se usa en la industria bajo protocolos", finaliza.