Foto Cortesía.

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Presidente Sebastián Piñera: “estamos en guerra”

Las protestas en Chile tienen origen en las desigualdades sociales y con el anuncio del incremento al transporte se desataron jornadas intensas de protestas en diferentes lugares, que al menos han dejado once muertos.


Sebastián Piñera, Presidente de Chile, ha puesto su mirada en los hechos vandálicos y no en las demandas sociales que han dado paso a las protestas pacíficas. “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite”, expuso el mandatorio.

Las manifestaciones han destruido gran parte de la red de metro de Santiago, locales comerciales, se han incendiado automotores y saqueado docenas de supermercados. A pesar de que el gobierno ha renunciado a subir el precio del metro, las protestas no han cesado y hasta la noche del domingo, al menos cuatro regiones y la capital chilena seguían en toque de queda, que impide el tránsito libre desde las siete de la tarde a las seis de la mañana.

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El Senador de oposición Ricardo Lagos Weber dijo "presidente Sebastián Piñera, ¡no asuste a la ciudadanía! No estamos en guerra. Enfrentamos una crisis política, mal manejada por el Gobierno, cuyo tema de fondo es la desigualdad. Estas declaraciones no ayudan a crear un clima de entendimiento".

El vocablo de Piñera refiriendo que su país está “en guerra” son complejas para un gobernador que será anfitrión de dos significativas cumbres: El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25).

El inicio de las protestas se dio en un primer momento por el alza en el precio del metro, pero la gente también se queja de la falta de recursos en el sistema educativo y el menoscabo en el cuido de las aulas de clases; a esta insurrección pacífica se les atribuye como principales líderes a los estudiantes.

Aunque no se sabe cuál es la verdadera dimensión de estas manifestaciones, sí está claro que en las últimas horas han sido las más violentas que ha vivido Chile.

Además, no es la primera vez que en Chile se desarrollan estos acontecimientos: en 2006, con la llamada “Revolución Pingüina” se generó una importante demanda social con respecto a mejorar la educación, en 2011, dicha petición provocó grandes eventualidades que tuvo al primer gobierno de Piñera en jaque.

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, informó que el domingo se registraron unos 70 hechos graves de violencia y que durante la jornada hubo 152 detenidos. Mientras, el Parlamento revocó ayer el proyecto de ley para suspender el alza de las tarifas de metro, anunciado por Piñera. En víspera de que ahora las circunstancias han cambiado abruptamente nadie sabe si la furia va a detenerse.