
EFE
Científicos de Florida detectan daños cerebrales similares al Alzheimer en delfines
Esta especie marina acumula las toxinas mediante la ingesta de peces y moluscos contaminados.
Científicos de Florida detectaron en delfines “cambios cerebrales similares a los observados en la enfermedad de Alzheimer", vinculados a algas tóxicas, informó la Escuela de medicina Miller de la Universidad de Miami (UM) en un comunicado.
La investigación, publicada por la revista Nature Communications Biology y hecha con delfines del estuario Indian River Lagoon, en la costa este de Florida, relaciona estos daños con la exposición prolongada a floraciones de algas tóxicas, cada vez más frecuentes en aguas cálidas y contaminadas.
Durante episodios de proliferación de algas, los científicos encontraron en los cerebros de delfines varados concentraciones muy elevadas de la toxina 2,4-diaminobutírico (2,4-DAB), un aminoácido de origen natural producido por ciertas algas y bacterias que puede afectar al sistema nervioso.
El análisis reveló que los ejemplares varados durante las floraciones presentaban hasta 2.900 veces más cantidad de la toxina 2,4-DAB en el cerebro que los delfines hallados fuera de esas temporadas.
Los delfines acumulan las toxinas mediante la ingesta de peces y moluscos contaminados, lo que los convierte en “especies centinela” del estado de los ecosistemas costeros.
Los investigadores identificaron también acumulaciones anómalas de proteínas y alteraciones genéticas vinculadas a la memoria y a la salud neurológica.
“Los delfines desarrollan de forma natural patologías de amiloide y tau”, dos proteínas vinculadas al deterioro cognitivo en el Alzheimer, “y sus cerebros muestran como factores ambientales, como las toxinas de las floraciones de algas, pueden acelerar los procesos neurodegenerativos”, explicó el neurotoxicólogo de la UM David Davis.
El equipo observó “paralelismos transcriptómicos entre los delfines expuestos a toxinas de algas y la enfermedad de Alzheimer en humanos, especialmente en vías que afectan a la comunicación neuronal y la barrera hematoencefálica”, una estructura que protege el cerebro del paso de sustancias tóxicas desde la sangre, añadió Davis.
Las llamadas floraciones de algas nocivas, alimentadas por el aumento de nutrientes y el calentamiento del agua, se intensificaron en los últimos años en Florida, afectando tanto a la fauna marina como a la salud humana.
“Estos resultados son preocupantes porque los delfines comparten las aguas costeras con los humanos y enfrentan muchos de los mismos riesgos ambientales”, señaló la científica del Instituto Hubbs-SeaWorld, Wendy Noke Durden.
A su juicio, “ver cambios similares al Alzheimer en delfines plantea interrogantes sobre si existen problemas parecidos en otras especies, tanto en Estados Unidos como en otras partes del mundo”.
Las floraciones de algas tóxicas, conocidas popularmente como mareas rojas, provocaron en la última década la muerte de grandes cantidades de peces y el cierre de playas en distintas áreas de Florida.
Los autores del estudio concluyeron que el avance del cambio climático y el aumento de nutrientes en el agua “podrían agravar la frecuencia y severidad de estos fenómenos”.