Foto Cortesía.

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Mar de Corinto "se traga" barrios costeros

Geocontenedores no pueden detener el fuerte oleaje en esta zona.


Casas ubicadas cerca de la costa de Corinto este año no están soportando los fuertes oleajes del mar, evento que es común en esta zona, pero este 2019 la fuerza del mar ha sido tan intensa que ha derribado viviendas en los barrios San Martin, El Chorizo y El Invi.

Salvadora Jiménez salió de su casa la semana pasada pues luego del golpe de una ola esta quedó deshabilitada, por lo que se tuvo que ir a alquilar y no es la primera vez que sufre de este problema.

“La autoridades vinieron y nos dijeron que no hay lugar donde reubicarnos, de eso estamos claro, pero hay terrenos en El Realejo, otro municipio cercano, ahí podría el Gobierno adquirir lotes y vendernos a precio módico", dijo Jiménez.

Jiménez señaló que la casa de su vecina, de quien desconoce su paradero, también quedó derribada en su totalidad.

"Las olas son tres veces más grandes que las ballenas que instalaron en el lugar, nosotros por eso queremos que nos respondan y si no se ponen la mano a la conciencia el agua la van a tener en la carretera y todo Corinto”, agregó Jiménez.

Geocontenedores

En busca de mitigar los oleajes, la semana pasada la Alcaldía de Corinto colocó un muro de contención creado con piedras y desde el 2017 se invirtieron 53 millones 568 mil córdobas en geocontenedores, popularmente conocidos como “ballenas”, los que fueron colocados con el hermanamiento de la Ciudad alemana de Colonia, sin embargo, estos ha detenido la fuerza del mar.

“Desde hace 3 años hemos tenido ese gran problema porque fue cuando entraron unas mareas de fondo que bañaron todas las casas, después quedó el sector perjudicado y se han caído casas, la gente se ha ido por temor, pero ahora con este muro de contención esperemos que sea un poco menos fuerte los oleajes”, expresó Matilde Sánchez, pobladora.

Pobladores de más años de habitar en este lugar recuerdan que la costa era más grande y había un barrio todavía más cerca del mar, esto gracias a un dragado millonario que se realizó hasta 1990, pero la falta de inversión lo detuvo, por lo que este fenómeno natural puede significar el reclamo del mar de su territorio.

“Toda la población de la ciudad ha sido afectada, se llevó al lado del espigón cuatro casas, se las llevó completas, con todo lo que había porque en lo que la gente sacaba las cosas, se metió el agua”, manifestó Bernardo Torrez, poblador del lugar y quien asegura participó en ese dragado como aprendiz.

“La draga ganaba un millón cien mil dólares por día, esto permitía que hubiesen barrios incluso más cerca de la costa, las propiedades eran más grandes, había otro barrio extra, pero al dejar de hacer este trabajo el agua volvió a reclamar su territorio”, finalizó Torrez.

Vivienda abandonada en el Barrio San Martín, tras ser derribada por los constantes oleajes.