Escuelas públicas de Nicaragua necesitan mejorar condiciones para niños y niñas con discapacidad

Si bien se reconocen esfuerzos en la inclusión de la niñez con discapacidad al sistema escolar público, urgen políticas públicas e inversión para que se garantice tanto una curricular educativa adecuada y adaptada al estudiante, como metodología y condiciones de infraestructura, para lograr que el acceso a la educación para la niñez con discapacidad sea mayor y más efectivo, concluyen expertas.

Mildred Gutiérrez, pedagoga en educación especial del Instituto Médico Pedagógico Los Pipitos (IMPP), afirma que lograr la inclusión es un proceso desafiante porque tiene que ver qué tan dispuestos estén el sistema, las escuelas y los mismos maestros a realizar adaptaciones del ambiente escolar para estos niños y niñas.

“Otro desafío que tienen es la adecuación propiamente del curriculum en lecto-escritura que tiene mucho que ver en dónde está el niño (nivel de aprendizaje) y lo que el programa exige.

La especialista señala que generalmente los programas educativos vigentes “exigen” niveles de aprendizaje “que nuestros niños todavía no están en capacidad de dar” o los brindan de forma oral y no escrita.

Organizaciones como Los Pipitos desde hace un año han contribuido al proceso de inclusión con la elaboración de una guía metodológicas para preescolar, primer y segundo grado.

Con el apoyo de un equipo interdisplinario de especialistas, esta organización capacita a docentes y padres para que puedan preparar a sus hijos para su ingreso al sistema escolar.

“Ayudamos en que el niño pueda tener permanencia (en la escuela), a que pueda seguir orientaciones, a que pueda atender en la clase, que son aquellas necesidades básica en el momento de estar incluido en este contexto”, afirmó Cristina Domínguez, psicóloga del IMPP-Los Pipitos.

Una vez aplicada la guía y la metodología en el niño o niña con discapacidad, los especialistas de Los Pipitos elaboran informes escolares que pueden orientar al docente y al padre de familia para realizar el proceso de inserción escolar.

En estos informes se incluye el historial clínico del niño, su evaluación y diagnóstico funcional. Además se incluyen sugerencias de pedagogías y algunas metodologías que el docente puede aplicar con el estudiante en el aula de clase para lograr un mejor aprendizaje.

"Las diferentes metodologías de acuerdo a las discapacidad del niño son métodos que vamos trabajando para la escuela”, explicó Gutiérrez.

De acuerdo a datos del Ministerio de Educación (Mined), actualmente Nicaragua cuenta con 25 escuelas públicas de Educación Especial.

Si bien hasta el 2018 habían integrados en las escuelas públicas cerca de 30 mil niños y niñas con discapacidad, no se logró un aprendizaje efectivo en ellos, aseguró en ese entonces el Foro de Educación y Desarrollo Humano.