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Embajada de Nicaragua en Panamá calla ante situación de migrantes varados

Costa Rica dice que no cuenta con recursos suficientes para brindar acompañamiento a los migrantes nicas.


20 de los 385 migrantes nicaragüenses que tratan de salir de Panamá desde el pasado 7 de enero, se plantaron este lunes en la embajada nica en el país canalero a fin de exigir una respuesta ante su situación, sin embargo, las puertas de la sede diplomática les fueron cerradas sin explicación.

“Más bien quienes llegan son patrullas de la Policía de Panamá, no sé quién los llama para disuadir estas manifestaciones, pero a ellos (los migrantes) nadie les da la cara, les dicen que regresen mañana, ellos lo que necesitan es una respuesta inmediata", dijo Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de Residente Naturalizados de Panamá (Arena).

De manera simultánea, Arena junto a otros migrantes nicaragüenses solicitaron ayuda en una reunión virtual a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh).

Según Rodríguez, la Oacnudh pidió 48 horas de espera para solicitarle a Costa Rica las razones por las que han cerrado el paso a los nicaragüenses.

“La organización no se comprometió en nada concreto porque solo cuando son situaciones humanas ellos intervienen y buscan la forma de resolver, pero cuando son decisiones gubernamentales o tajantes de un país se pone la situación un poquito más complicada, pero verán si en dos días hay una respuesta positiva”, agregó Rodríguez.

Diana Leiva, una de las migrantes varadas en Panamá, explicó que Costa Rica prometió que a partir del 1 de febrero abrirán las fronteras, sin embargo, no les dieron fecha exacta para autorizar su paso y les exigen una carta de autorización de la Dirección de Migración de Nicaragua.

“De esos 385 hay un grupo de 120 que son los más afectados, quienes vendieron prácticamente todas sus cosas porque había un viaje para el 7 de enero, pero el viaje fue cancelado ya en Costa Rica. El resto igual, ya vendimos todo, hemos estado alquilando, pero a algunos ya nos echaron, ya no tenemos para sustentarnos, no hay trabajo, hay niños, hay gente con discapacidad, es un caso muy crítico lo que estamos pasando”, dijo Leiva.

La migrante aseguró que el Servicio Nacional de Migración de Panamá y la Defensoría del Pueblo de Panamá les ha brindado su apoyo incondicional, pero el Consulado de Nicaragua en el país canalero aún no oficializa su ayuda.

“Panamá está dispuesto a ayudarnos para salir del país, pero Costa Rica no nos da la autorización, nos dicen que tiene que ser Nicaragua el que mande una carta autorizándonos para que nos den el pase a nosotros. Quisimos hablar con el cónsul de Nicaragua en Panamá y más bien nos bloqueó, no tenemos ayuda de ninguna persona nicaragüense”, agregó Leiva.

Los migrantes nicaragüenses para sobrevivir incluso han tenido que desajustar su pasaje de bus, el dinero que utilizarían para realizarse la prueba de Covid-19 y con el que pagarían el patrullaje a la Policía Profesional de Migración y Extranjería de Costa Rica.