Walkiria Chavarría

Walkiria Chavarría

Acceso a los libros sigue siendo bajo en Nicaragua, dice experta

Una de las barreras que se interpone en el acceso, es el alto costo que tienen los libros nuevos.


Este sábado 23 de abril se conmemora el Día Internacional de Libro, pero a la fecha, Nicaragua continúa con la gran tarea en materia de educación, de mejorar el acceso a los textos, según Vanessa Castro, experta en el tema.

Castro recuerda que entre 2013 y 2014, un estudio de la Campaña Nacional de Lectura aplicado en 300 escuelas del país reveló que, el acceso a libros en las viviendas en áreas rurales y urbanas en el país era apenas del 20 a 25%.

La experta indica que, si bien los datos no han podido ser actualizados por esta organización, teme que esa realidad no haya mejorado hoy en día.

“Los datos últimos que leí del Banco Mundial indican que la pobreza se ha elevado aquí, entonces, si se ha elevado la pobreza, cómo va a mejorar la circunstancia de los hogares, además ha habido más desempleo por todas las crisis que hemos estado viviendo. Yo pienso que esa cifra no siendo actualizada no puede haber mejorado, eso sería casi como un milagro”, afirmó.

Para reducir la brecha de acceso, la Campaña Nacional de Lectura, impulsada por 24 organizaciones y fundaciones no gubernamentales, de la cual es parte Castro, desde hace varios años ha distribuido libros de forma gratuita en varias escuelas y comunidades del país.

No obstante, la necesidad es tanta que incluso esta iniciativa no ha logrado dar abasto para cubrir toda la demanda nacional de libros.

“Hemos distribuido anualmente, con fondos de una ONG de Estados Unidos, entre 8,000 y 9,000 libros, pero sabes cuántas escuelas cubrimos, a duras penas 330, y la cantidad de textos que enviamos es como un grano de arena porque son como 30 títulos por biblioteca. Ellos (los beneficiarios) los usan al máximo, los rotan de una escuela para otra, los prestan a la comunidad, los niños se los pueden llevar a su casa, que eso es bien importante”, sostuvo.

Una de las barreras que se interpone en el acceso es el alto costo que tienen los libros nuevos.

Por más de dos décadas Héctor Fornos, se ha dedicado a vender libros usados y en buen estado, asegura que es una alternativa más económica para los lectores de todas las edades.

En su puesto de venta, ubicado en el costado Este del Mercado Roberto Huembes, en una acera de la Pista Solidaridad, tiene una amplia variedad de libros actualizados, novelas, revistas y publicaciones de todo tipo.

Fornos asegura que, con esta alternativa, los lectores “se ahorran bastante, porque un libro que cuesta 2,000 pesos aquí lo encuentra en 300, 400 lo máximo y lo hallan nítido. Libros de 200, pongámosle una novela, aquí la hallas en 50 u 80 pesos”, comentó.

La experta recomienda que impulsar la cultura de donar y compartir libros en áreas urbanas y rurales, la feria para vender libros usados podría ayudar a mejorar el acceso a los textos.

“Yo creo que es una alternativa buenísima en zonas urbanas, el acceso y la oferta de libros usados. Obviamente, puede satisfacer a un público que está necesitado, pero que no tiene fondos para gastar 9 o 10 dólares en un libro nuevecito y la verdad que un libro usado no tiene ningún problema, yo mucho compro libros usados, los compro en internet, pero son mucho más baratos que los libros nuevos”, dijo Castro.