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Devotos celebrarán la "Purísima" con pocos recursos, pero sin perder la fe

Algunas familias se ajustarán a su presupuesto económico y reducirán el tiempo de la celebración.


En el hogar de Juana Isabel Guzmán llevan 28 años celebrando a la Inmaculada Concepción de María. Este 2023 una cirugía pendiente en su ojo derecho aún no le ha permitido iniciar los preparativos, pero desde ya pide la intercesión de la madre de Dios para lograr cumplir con la tradición.

Reconoce que hay incertidumbre en su hogar, porque ella tiene la costumbre de comprar con anticipación los productos que obsequia en el tradicional “brindis”.

“Mi nieto, que casualmente nació un 7 de diciembre, me dice "hay que hacerlo, aunque usted esté operada", aunque sea dos horas gritarla y que la población participe, pero bueno, aún no hay nada definido, pero lo cierto es que la fe no merma en este hogar”, refiere.

Problemas financieros

Sumado a los problemas de salud, están también los financieros, recuerda que hace cinco años, cuando aún tenía empleo, todo su aguinaldo era destinado a la celebración.

Su trabajo como cocinera en un restaurante de Managua, según el médico, es lo que ha derivado a largo plazo los problemas de salud que ahora la agobia, pero son sus hijos e hijas, además de algunos vecinos, quienes le instan a continuar con la devoción.

“Algunas vecinas semanas antes me dicen: "tengo esto, tengo el otro", te lo voy a dar para que lo repartas, entonces así se completaba el brindis, son entre 20 mil a 25 mil córdobas los que invierto en esta celebración”, dice.

Actualmente, se dedica al trabajo de costurera, pero afirma que este 2023 es un año de poco trabajo, porque los médicos le han recomendado solamente estar frente a su máquina de coser dos horas al día.

Una tradición de cinco años

Tomas Francisco Samorio, al igual que doña Juana, también es habitante del barrio San Judas, en su caso ya tiene en su mente el altar ideal para la madre de Dios.

"Cada año hemos tratado de incrementar la fe en la familia y el brindis, pidiéndole a Dios este año los recursos e iniciar las compras", asegura.

Don Tomás confiesa que la tradición de celebrar la Purísima nació hace cinco años en el mes de mayo, cuando a su pareja no le avizoraban éxito en una operación y pidieron la intercesión de la virgen.

"Durante cuatro días estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en ese momento se la encomendamos a nuestra señora de Lourdes, patrona de los enfermos, pero una vez que salió, coincidimos que celebrar a la Purísima salía mejor, porque así coincidía con la celebración de agradecimiento de nuestro negocio", expresa.

Cada 28 de noviembre inicia la novena en honor a la Inmaculada Concepción de María y el próximo 7 de diciembre la celebración de la Gritería, pero de momento la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) no ha emitido disposiciones sobre la celebración pública de esta tradición.

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