Lorenzo Vega/ VOS TV

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Jóvenes sordos, el reto de ingresar a la educación superior

En Nicaragua urge la actualización del Manual de Lenguaje de Señas, consideran docentes.


Hillary Jazmín Noguera, de 15 años de edad, en dos años, cumplirá su deseo de estudiar la carrera de diseño gráfico en una universidad de Nicaragua. La sordera con la que nació nunca ha sido obstáculo para alcanzar sus metas.

Actualmente, cursa el cuarto año de secundaria en la Escuela Cristiana de Sordos Isaías 29:18, donde se le abrieron las puertas desde preescolar, logrando aprender a comunicarse adecuadamente en lenguaje de señas.

“Fue un reto encontrar una escuela capacitada para los sordos, pero mi papá sabía de la existencia de esta escuela y que dan una enseñanza buena, de valores y de temor a Dios”, refirió.

Pese al nuevo reto que representa la universidad dice estar lista para asumirlo, puesto que buscará la ayuda de un intérprete y una universidad que le permita su compañía.

Aunque Hillary tiene sus objetivos bien definidos para su futuro, está consciente que, a diferencia del resto de estudiantes, ingresar a la universidad para ella será un reto mayor, ya que comunicarse con su entorno es un desafío debido a la falta de actualización del Manual de Lenguaje de Señas, aprobado por la Asociación Nacional de Sordos de Nicaragua (Ansnic).

"Ante esta falta de actualización lo que se hace acá en el colegio es crear nuestras propias señas para algunas palabras o utilizar sinónimos, pero eso es acá que lo dominamos, ya en la universidad al utilizar ciertas señas quizás no les entiendan", comentó la docente María Elena Cabistán, coordinadora de primaria de este centro educativo.

Así mismo, reconoció que la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN- Managua) actualmente trabaja en la elaboración y posterior oficialización de algunas palabras en lenguaje de señas.

Pensando en esta necesidad, en la Escuela Cristiana de Sordos Isaías 29:18 también hay estudiantes oyentes que aprenden lenguaje de señas para ofrecer sus servicios de intérpretes a universitarios como Hillary u otros sordos que buscan insertarse a nivel laboral.

Jorge Pérez, a pesar de ser oyente, decidió ingresar a este centro educativo, porque a su iglesia asistían varias personas sordas, para él era un reto comunicarse, hasta que conoció a la directora de la Escuela, quien le instó a inscribirse.

“Sentí que era mi deber ayudarles junto a mí a encontrar la salvación en Cristo Jesús, me di a la tarea de aprender”, expresó.

“Me gustaría en un futuro poder ayudarles en la universidad a las personas sordas, a poder aprender de su carrera, de lo que les gustaría hacer en futuro, si les gustaría trabajar, es decir convertirme en su interprete”, agregó.

En la Escuela Cristiana de Sordos Isaías 29:18 las matriculas continuarán abiertas hasta inicios de marzo de este año.